Grooming: ¿Qué es y cómo prevenirlo?
Los especialistas alertaron por el riesgo de Grooming durante el verano. En esta época, los jóvenes tienen más tiempo libre y por tal motivo, suelen estar más conectados a internet. ¿Qué dicen los expertos? ¡Mirá!
Si bien el uso de internet puede llevar a trabajar desde la casa, comunicarse con otras personas, comprar online o hasta poder ver eventos desarrollados en cualquier parte del mundo, también conlleva ciertos problemas si no se realiza el debido control en las redes.
Uno de esos peligros ocultos detrás de un teclado se llama grooming, que es “la acción deliberada de un adulto de acosar sexualmente a un niño, niña o adolescente mediante el uso de los medios digitales”.
Mayor atención
El asunto es que según especialistas en este campo, en la época de verano aumentan los riesgos porque los jóvenes disponen de más tiempo libre y por ello acceso a internet, ya que donde exista una pantalla existe riesgo de grooming.
Por tal motivo, Silvia Ongini, psiquiatra Infanto-Juvenil del Hospital de Clínicas habló sobre el tema que tanto preocupa a los padres y relató que “se estima que en el verano los casos de violencia digital (grooming) aumentaron un 267%. Todo esto, nuevamente, antes del aislamiento social obligatorio que determinó que muchos niños, niñas y adolescentes sean acosados y no pudieran pedir ayuda, ya que no concurren a escuelas, no estaban disponibles los consultorios y muchas veces tampoco sus padres que trabajaban”.
“Este tipo de acoso tiene como objetivo tomar contacto con una niña, niño o adolescente y así ganarse su confianza, apoyándose en las características propias de la infancia y adolescencia (necesidad de aprobación de pares, confianza por estar en ámbitos como su casa o jugando a su juego favorito en línea entre otras) para luego generar un encuentro personal en el mundo físico, o bien cómo en la mayoría de los casos, obtener el material de contenido sexual por parte de la víctima para su comercialización, distribución y/o para satisfacer sus prácticas sexuales”, agregó.
Lo cierto, es que durante la cuarentena, la circulación de material de explotación sexual de niñas, niños y adolescentes en Internet creció de forma exponencial, ya que entre octubre de 2019 y septiembre 2020, el aumento de este material fue de un 522% en comparación con el período anterior, de acuerdo a las denuncias realizadas a la Línea 137 del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.
Ademas, y a partir del “Informe 2022 sobre grooming en Argentina”, desarrollado por la ONG Internacional Bullying Sin Fronteras, quedó acreditado que 7 de cada 10 niños y adolescentes sufrieron acoso sexual mientras navegan por Internet, en particular por alguna de las redes sociales Instagram, WhatsApp y Facebook, por lo que Argentina es el país con más grooming de Latinoamérica superado solamente por México.
Ongini destacó fehacientemente que “hay que entender que el grooming es una forma de abuso sexual y el abuso sexual se constituye siempre como un vínculo depredador que se apoya sobre uno previo de amor, confianza y dependencia, provocando que a las chicas y los chicos les cueste reconocerse como víctimas. El groomer establece ese vínculo y lo usará para su beneficio, es un vínculo que estafa la confianza, afecta la confianza en sí mismo en la víctima y también en los demás. Los groomers o depredadores en línea van estableciendo sus estrategias para captar a las víctimas”.
Modus operandi
Un punto importante tiene que ver con la forma de actuar que tienen estos sujetos, con lo cual suelen elegir a sus víctimas por edad, exposición y vulnerabilidad poniendo en jaque los vínculos con familiares y referentes de niños, niñas y adolescentes. “Es común que usen un lenguaje afectuoso y usen frases cargadas de menciones afectivas que van naturalizando progresivamente aspectos sexuales”, destacó la psiquiatra.
La profesional sostuvo también que “por el impacto que tiene en la subjetividad y en la psiquis en desarrollo de las NNyA (niños, niñas y adolescentes), consideramos que podría equipararse a la tortura. Esa situación traumática sostenida en el tiempo y sin un tratamiento adecuado va a ocasionar daños neurobiológicos subjetivos y vinculares que se van a expresar en todos los aspectos de su vida. No debemos perder de vista que estamos hablando de una niña o niño que es cosificado”.
Ahora bien, para prevenir esta situaciones hay cuestiones en las cuales deben estar atentos los padres y ejercer un mayor control sobre el contenido que visitan los niños en internet, ya que el ciberespacio es un ámbito que no siempre es seguro, es una vidriera donde no se elige quien ve y tampoco que se hace con la información que se comparte.
Números que preocupan
Un estudio realizado por Grooming Argentina donde se encuestaron 4.276 niños, niñas y adolescentes, arrojó estas cifras: 1) El 48,9% de los niños, niñas y adolescentes fueron agregados a un grupo de WhatsApp por desconocidos sin su consentimiento, 2) el 56,4% habla con personas desconocidas en Internet, 3) el 26% se encontraron personalmente con alguien que conocieron por Internet, 4) un 10% de menores de 13 años fueron al encuentro personal con un desconocido, 5) el 35,4% de los niños, niñas y adolescentes les han pedido que enviaran fotos conpoca ropa y 6) el 33,49% recibieron imágenes o vídeos de contenido sexual de un desconocido.
Ante esta problemática surge la duda de cómo actuar, a lo cual Ongini argumentó que “dialogar es la palabra clave, la herramienta más importante. Que las NNyA tomen conciencia sobre los peligros a los que pueden verse expuestos y que entiendan que no todo lo que sucede en internet es bueno y verdadero. Que estén encerrados en su cuarto con su celular o computadora no quiere decir que estén seguros”.
Derechos y recursos legales
Desde diciembre de 2013 el Código Penal establece que el grooming es un delito que puede tener una pena de prisión de 6 meses a 4 años.
Además, puede ser la antesala a otros delitos como obtener material de abuso sexual contra las infancias, sea para archivar o para comercializar en redes de explotación sexual contra las infancias y adolescencias, y generar encuentros personales con sus víctimas con intenciones de cometer un abuso sexual físico.
Para prevenir y luchar contra este delito penal, a través de la ley N°27.590 “Mica Ortega” se creó Derechos - Programa Nacional de Prevención y Concientización del Grooming o ciberacoso contra niñas, niños y adolescentes.
Cabe destacar, que la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF), como el órgano de aplicación de esta ley, genera estrategias para acompañar a las infancias y adolescencias en el uso de las pantallas, prevenir las violencias digitales y construir junto a toda la comunidad entornos seguros para el desarrollo de su ciudadanía digital.
Grooming: medidas a tomar
Lo fundamental para actuar a tiempo es estar informado y acompañar el uso adecuado a los menores de los dispositivos digitales, con lo cual hay puntos a saber: 1) Dialogar: no hace falta asustar, pero sí advertir acerca de riesgos que suponen las redes y estos medios, hacer énfasis en la importancia de no revelar datos personales y no enviar fotos ni vídeos a desconocidos. 2) Informarnos para saber manejar y usar las nuevas tecnologías que usan a diario los niños y adolescentes. Podemos saber menos que ellos de lo técnico, pero seguimos siendo adultos cuidadores.
3) Instalar antivirus y programas de navegación segura en los aparatos electrónicos que usen los menores. 4) Estar atentos y hablar sobre las páginas que visitan, con quién hablan y sobre qué temas, de manera natural y también a cambios que puedan llamar nuestra atención, como indicadores generales de que un niño puede ser víctima de un abuso sexual. Por ejemplo, modificaciones inexplicables de la rutina, baja en el rendimiento escolar, cambios en el lenguaje corporal, ansiedad, fluctuación de los estados de ánimo o llantos.
Por otro lado, existen señales de alerta específicas del grooming, como el estar conectados hasta altas horas de la noche, ocultamiento de los dispositivos móviles, ansiedad o temores a la hora de conectarse o jugar en línea.
Por G.A.