Cómo transformar la "comida chatarra" en alimento saludable para el organismo
Crónica habló con expecialistas en nutrición, quienes brindaron consejos para que la gente pueda comer hamburguesas y papas fritas, entre otros, sin sentir culpa ni hacerle daño a sus cuerpos. ¿De qué se trata?
Diversos especialistas en el campo de la nutrición han confirmado que existe un grupo de alimentos que tienen una mala fama, cargan un alto colesterol y hacen mal a la salud. Se trata de la denominada "comida chatarra" que ha cobrado una mala fama con el paso del tiempo, aunque las mismas pueden formar parte de un plan nutricional para todos que puede revertir su "aspecto negativo".
La licenciada en nutrición Romina Pereiro (M.N. 7722) reveló la verdad sobre sí existen "alimentos buenos y malos": "la base de una buena alimentación es que sea lo más variada y equilibrada que tu bolsillo pueda pagar. Siempre hay que tener en cuenta las limitaciones económicas y de gustos. La comida tiene que ser un placer para que uno disfrute. El menú tiene que ser de autor para cada familia".
Hamburguesas en la mira
Una de las comidas más perseguidas por los profesionales de la salud son las hamburguesas, ya que tiene el estigma de ser "chatarra", aunque un punto importante en este tema es el tipo de corte de carne que se utiliza para prepararlas, donde los especialistas recomiendan que sean de carne magra y con la mezcla de verduras de todo tipo, avena y algo de queso rallado.
Con relación a las hamburguesas, Pereiro relató que "hago las hamburguesas caseras, que le gustan mucho a mis hijas y se las recomiendo preparar a las madres. Compro carne lo menos grasosa posible, le pido al carnicero que la pique en el momento, por una cuestión de seguridad alimentaria, y se pueden usar incluso para incorporar muchas verduras cortadas bien chiquitas en el relleno, mezcladas con la carne picada". "A los chicos les gusta y es una buena forma de incluir verduras, hasta manzana rallada, y no se dan cuenta. Les das la hamburguesa que a ellos les gusta, con mucha verdura y hecho en forma casera", agregó la facultativa.
Con este consejo se gana algo importante, que las hamburguesas pasaron de tener una "mala prensa" a ser una chance real de comer algo sano tanto para los grandes como para los chicos, pero es muy importante también la cocción para evitar otros problemas que repercutirán en nuestro organismo. Para el punto adecuado de cocción hay que mirar el jugo de la carne, ya que debe ser gris y no puede haber partes rojas en la misma.
En tanto, las hamburguesas tienen la particularidad de que se pueden cocinar al horno o a la plancha, y se les puede agregar algo de aceite o poner un poco de rocío vegetal, y sacar el excedente con un rollo de cocina, así se puede comer casi "sequita" y sin óleos.
Otros alimentos en la mira
Cabe destacar que otros de los alimentos "mal vistos" son las tradicionales y deliciosas milanesas, pero con un poco de ingenio se pueden agregar en menús saludables, es decir, se gana en salud y en sabor para aquellos que suelen degustar este tipo de comida.
"Lo mejor es tener un carnicero de barrio conocido para poder pedirle un pedazo de carne bueno para milanesa, con la menor cantidad de grasa posible. Y, si viene con mucha grasa visible, se la podés sacar", afirmó la experta sobre la compra de algún corte de carne.
Cabe destacar, que Pereiro recomendó empanar la milanesa con mitad pan rallado y mitad avena. "De esa manera se incorpora un poco más de fibra, que da más saciedad. Incluso se puede condimentar la mezcla con una cucharadita de queso rallado, perejil, orégano, un poco de pimienta y las especias que más les gusten. Luego las pongo en una asadera al horno con apenas un poquito de aceite y las rocío con un poco de agua para que no queden secas", puntualizó. La otra clave para completar el plato saludable será elegir un acompañamiento adecuado y aprovechar los productos de estación: "Por ejemplo, se puede servir con ensalada con verduras de estación, que suelen ser más accesibles. O con un puré mixto. Todo lo de estación suele estar en su punto justo de maduración y es más barato", sostuvo la nutricionista.
Un tercer integrante de la "familia de la comida chatarra" son las papas fritas, un plato clave para la gastronomía de nuestro país pero con alto colesterol a la hora de los controles.
"Para mi familia corto las papas en bastones, exactamente igual que las de las cadenas de hamburgueserías y las pongo al horno en una fuente, con un poco de condimentos y rocío vegetal de ambos lados. Quedan bien doradas y no se nota que no son fritas, pero tienen mucha menos grasa", describió Pereiro.
Algo importante: la planificación de la comida
Por otra parte, hay un ítem importante a la hora de hablar de una nutrición y se trata de la planificación de lo que se va a comer, que apunta no sólo a la salud sino también a la billetera.
"Al planificar voy a comprar lo que necesito, en la cantidad que necesito. Si voy viendo todos los días qué hago en el momento, seguramente gaste más o pida más delivery. O quizás no busque formas de transformar los alimentos que sobran, que es algo que se está usando mucho ahora", relató la especialista con relación a este tema.
Consejos a tener en cuenta
En tanto, la especialista en el campo de la nutrición otorgó el consejo de dejar algunos alimentos "listos para consumir" en la heladera o en el congelador, lo cual permite acortar los tiempos de preparación.
"Conviene dejar lechuga, tomate y otras verduras, ya lavadas. Arroz y un par de huevos hervidos. Queso cortado. Algunos fideos hervidos. Entonces después es mezclar diferentes opciones y ya está", sostuvo la nutricionista, quien además agregó que "cuando me dedico a cocinar, hago de más y congelo. Así, de a poco, voy haciendo un stock de comida siempre saludable y casera".
Un buen acompañamiento
Por otra parte, la licenciada Pereiro reveló también tres cuestiones cruciales que deben complementar la alimentación saludable y que resulte "balanceada": la realización de más actividad física, evitar el exceso de nutrientes críticos como azúcar, harina, grasas y sal y no guiar las conductas en base a información que circula en redes sin fundamentos científicos detrás, porque trae desconcierto e incertidumbre.
"El exceso de información o infoxicación (información sin sustento científico que circula por todos lados), confunde. Las indicaciones de salud de parte de personas que no son profesionales, es decir el intrusismo profesional, no está regulado en las redes y encontramos de todo. Es algo que me preocupa porque puede generar una repercusión grave en la salud. Es fundamental concientizar sobre esta problemática", concluyó la especialista, que también resaltó lo importante que es acudir a un nutricionista cuando uno tiene dudas o no se ve externamente como quisiera.
Varios tipos y mala fama
Existen distintos tipos de comida que podemos ubicar dentro del grupo de los llamados alimentos chatarra, y son los siguientes: 1) Hamburguesas, pizzas, salchichas y panchos son alimentos populares, pero con efectos negativos de quien los consume en exceso. 2) Panificados y facturas representan a la comida basura y los encontramos en donuts, alimentos con cantidades excesivas de azúcar, y dulces procesados de manera industrial. 3) Alimentos fritos como pollo frito, papas de comida rápida, snacks y todo alimento que haya pasado por ese proceso, son poco recomendables para mantener una dieta sana y equilibrada y pueden ocasionar problemas de salud. 4) Bebidas gaseosas ya que sus elevados niveles de azúcar, así como su elevado nivel de componentes químicos pueden llegar a relacionarse con enfermedades como la obesidad, diabetes y tipos de cáncer.
Consecuencias del consumo
Siempre se habla de lo nocivo que es la “comida basura” pero pocos explican cuáles pueden ser sus consecuencias de un consumo masivo. La ingesta recurrente puede tener graves consecuencias para la salud, ya que podría acabar derivando en problemas de obesidad y déficits nutricionales. Además de consecuencias psicológicas, como estados de ánimo depresivos y problemas de salud. Por otra parte, ingerir de forma recurrente estos alimentos puede llegar a generar un adicción, con todas las consecuencias que esto tiene tanto a nivel físico, psicológico y económico o social.
Los principales efectos que pueden tener en la salud se deben a su alto contenido en azúcares, calorías vacías sin ningún aporte nutricional, exceso de sal, grasas trans o aceites vegetales, procesos de fritura excesiva, aditivos o conservantes. Las consecuencias de estos cuadros nutricionales son el sobrepeso u obesidad, diabetes, problemas cardíacos o enfermedades del corazón, caries, celulitis, envejecimiento prematuro, aumento del colesterol y aparición de tipos de cáncer.
POR G.A.