En lo que respecta al embarazo, la mayoría cree saber qué esperar. Por lo general es al inicio del primer trimestre que las personas gestantes descubren que están embarazadas, ayudadas por los síntomas que ya todos conocemos: cambios de humor, senos hinchados y dolorosos, náuseas, ausencia de la menstruación y cambios de humor entre otros. Luego de la sospecha, una prueba de embarazo y una visita al ginecólogo confirmarán o no el embarazo, ¿no?

Lo cierto es que no todos los embarazos siguen este camino. Los embarazos crípticos, donde la persona embarazada ignora la existencia de la vida gestante hasta el momento del parto, son reales y más comunes de lo que se piensa. Por más increíble que parezca, uno de cada 475 embarazos son "invisibles", y llegan a desarrollarse por los 9 meses sin ningún tipo de síntoma.

Para cualquiera que haya atravezado un embarazo, la idea de los embarazos crípticos puede parecer imposible. Desde la falta de menstruación al crecimiento de la barriga, las señales de un embarazo son difíciles de ignorar. Pero existen múltiples condiciones que pueden llevar a un embarazo críptico, fenómeno médico que muchas mujeres sufren en silencio por miedo a ser invalidadas en su maternidad por las peculiares circunstancias de su embarazo.

¿Cómo suceden los embarazos crípticos?

Uno de cada 475 embarazos son embarazos crípticos, indican los especialistas.

Pensemos en un embarazo habitual: ante la falta del período, normalmente sigue la correspondiente prueba de embarazo y en el caso de obtener un resultado positivo, la visita ginecólogo para confirmarlo o no. En un embarazo críptico, sin embargo, esto no ocurre así porque un elemento en esta cadena falla.

Los tests de embarazo pueden dar un falso negativo, los síntimas típicos de un embarazo pueden ser confundidos con estrés, fatiga o indigestión entre otros, y una leve hinchazón en el vientre puede descartarse si se padece amenorrea frecuente. Hasta la menstruación, la evidencia más clara, puede desestimarse.

Los casos de embarazos crípticos son especialmente comunes entre las mujeres con períodos menstruales irregulares, provocados por ejemplo por el síndrome del ovario poliquístico. A si mismo, personas que practican actividades deportivas de alto impacto o que viven una menopausia precoz también estarán acostumbradas a la ausencia de su regla por meses a la vez.

Si bien se trata de un fenómeno del que aún se conoce muy poco, especialistas han identificado patrones en su origen. Los casos de embarazo críptico se dan más frecuentemente en:

  • Jóvenes o adolescentes que ante el miedo por la reacción de sus familiares no se realice ningún seguimiento.
  • Personas con sobrepeso que no lleguen a notar los movimientos del bebé.
  • Personas que por su situación personal en ese momento de su vida viven una negación de su propio embarazo.

Consecuencias del embarazo "invisible"

El bebé de un embarazo críptico puede no recibir todos los cuidados necesarios al momento de su nacimiento.

La falta de cuidados prenatales es la consecuencia más grave de los embarazos crípticos, en los que el feto no goza de la atención necesaria que busca prevenir complicaciones en su futuro desarrollo. Las personas que ignoran o niegan su embarazo podrían consumir alcohol durante la gestación o no seguir una dieta rica en los nutrientes necesarios para el correcto desarrollo del feto, lo que podría ser un riesgo para que éste llegue a buen término.

El mismo momento del parto puede llegar a ser traumático en un embarazo críptico, con la persona gestante ignorando el origen de los repentinos dolores abdominales que suelen proceder el nacimiento del bebé. Además, lo normal es que el parto se produciría sin una partera o un médico remitente y sin siquiera una preparación psicológica adecuada.

Fiorella, el caso argentino

Valentina Prata y Gustavo Contreras con su recién nacida, que recibieron tras un embarazo de cuatro horas.

Valentina Prata y su pareja, oriundos de Córdoba, vivieron un embarazo de cuatro horas. La pareja fue totalmente sorprendida por el nacimiento de Fiorella, su primera hija, quien llegó al mundo tras 38 semanas de gestación que pasaron completamente desapercibidos por la madre de la niña.

"Estaba en la cama con muchos dolores, creía que eran dolores menstruales, pero eran contracciones. La doctora que vino a mi casa me empezó a tocar y me preguntó de cuántos meses estaba. Le dije que no estaba embarazada, pero ella me dijo que le parecía que sí", señaló la madre, a El Periódico de San Francisco pocos meses después del nacimiento.

"Entonces nos fuimos volando al sanatorio. Cuando me hacen la ecografía me dicen que tenía un embarazo muy avanzado. Pensaba ¿cómo, si no tenía panza ni síntomas? Si siempre había estado bien. Así que me llevaron, pero ni siquiera sabía si iba a ser cesárea o parto", explicó Valentina, quien recibió a su hija a principios del 2021.

La pequeña, llamada Fiorella, nació en excelentes condiciones de salud, pesesando alrededor de tres kilos. "Sentí un corazón que latía, pero no tuve tiempo de nada. A los 10 minutos estaba en la sala de parto y en otros 10 minutos ya la tenía en brazos a mi hija", dijo Valentina sobre el inesperado nacimiento de su hija.