En tiempos de redes sociales y smartphones se hace dificil controlar el tiempo que se pasa "conectado" y el lugar cada vez más importante que ocupan en la vida diaria. El uso de la tecnología digital se convirtió en una necesidad casi básica del ser humano pero puede convertirse en un serio problema cuando la interacción con los dispositivos generan una dependencia que evoluciona hacia una adicción a la información.

Pocos años pasaron desde la creación de los smartphones para que los profesionales de la salud comenzaran a notar que su uso excesivo podía causar trastornos físicos y mentales. La adicción al celular es cada día más común, especialmente entre los adolescentes y jóvenes.

La cantidad de casos que surgen dentro de las familias generó alarma entre los especialistas. En respuesta a esta pandemia silenciosa, aconsejan cómo relacionarnos con un ser querido que no puede soltar su teléfono.

Algunas de las preguntas que se repiten entre los padres que consultan a un profesional son: “¿Cómo pedirles que se desconecten un rato sin que se enojen o se genere mal clima?; ¿Cómo reaccionar ante un episodio de ansiedad por soltar el celular? ¿Existen estrategias para lidiar con este tipo de adicción y que no se vean afectados los vínculos?”.

Al respecto, el psicólogo especialista en Trastornos de Ansiedad y entrenamiento en habilidades Alexis Alderete (M.P. 85.367) explica: "Cuando compartimos un momento con alguien y su atención se divide entre nosotros y su celular, estamos perdiendo la oportunidad de construir conexiones significativas. Al expresarle que nos sentimos desconectados cuando nuestro interlocutor está en su celular, estamos abriendo un espacio para una conversación honesta y constructiva".

"El objetivo es crear un ambiente donde ambos puedan sentirse escuchados y valorados, y así fortalecer el vínculo que los une", sugiere el experto.

Otra de las estrategias que recomienda es anticipar a la persona que preferimos un encuentro sin la interrupción del celular, si será posible dejarlo a un lado. "Es una manera de poner sobre la mesa el tema. Por ejemplo: 'Me gustaría que no utilices el celular o lo pongas en silencio un rato cuando nos veamos'".

Y aconseja expresar los sentimientos cuando el smartphone interrumpe la conversación desde un lugar amoroso. Una frase que se puede aplicar en estos casos es: "Cuando chequeas constantemente el celular me siento molesto, me haces sentir que no valoras mi tiempo".

También sugiere "negociar" con el ser querido afectado. "Encontrar una solución que beneficie a los dos"  y da un ejemplo: "Ambos podemos poner en silencio nuestros teléfonos para no ser interrumpidos por las notificaciones. Valoraría mucho poder sentirme escuchado por vos, y después de la cena ambos podemos revisar las notificaciones".

Es importante validar las emociones de la otra persona, explica Alderete. Al pedirle a la persona que deje el celular a un lado, pueden surgir sentimientos de malestar en el otro. "Validar que esos sentimientos surjan es entender y comprender a la otra persona. Ejemplo: 'Entiendo y me doy cuenta que dejar el celular es difícil para vos por las responsabilidades que tenés, pero para mí también es importante sentirme escuchado”.

Por último, destaca la importancia de gestionar las propias emociones: “Es fundamental durante el encuentro para no atacar o agredir verbalmente a la otra persona. Así la conversación no termina en una discusión o un mal momento”