Existen diversos hábitos en nuestra vida que pueden ayudar a mantener un cierto equilibrio y evitar la llegada o complicación de enfermedades, algunos de esos buenos modos son la cantidad de horas que hay que descansar, otros son la realización de alguna actividad física y también están aquellos que apuntan a no fumar o no consumir bebidas alcohólicas.

Pero tal vez el más importante de todos los puntos tiene que ver con la buena alimentación, que es sin duda el ítem clave para mantener un buen balance del cuerpo, y es por eso que para tocar este tema crucial, Crónica dialogó con la nutricionista Agustina Viavattene (M.N. 10.324) para saber los pormenores de cómo alimentarse de forma correcta y tener un cuerpo en buena forma.

¿Alimentos en la mira?

Uno de los puntos de los cuales más se habla tiene que ver con los alimentos peligrosos o prohibidos para el cuerpo, tema que la profesional argumentó que “no hay ningún alimento que sea prohibido, todo va en las porciones y en las frecuencias de que uno lo consume. No hay alimentos que sean malignos, que nos hagan mal, sí uno tiene que dejar un poco de lado consumir tantos productos industrializados, tanta galletita, todo lo que uno encuentra empaquetado, a veces uno recurre mucho a eso, una milanesa de soja comprada o una hamburguesa en cajita que no sea casera, eso tiene sustancias dañinas a largo plazo, que no está prohibido pero hay dejarlo ocasionalmente”.

Todo sobre las harinas

En cuanto al consumo de las harinas, Viavattene sostuvo que “están en el grupo de los cereales, no está prohibido comer un plato de pastas pero si uno consume pastas todos los días, se hace un exceso de hidratos de carbono y puede llevar a un sobrepeso. Uno tiene que comer variado, siempre respetando la mitad del plato de vegetales, si se quiere comer medio plato de pastas, hacerlo con alguna salsa con verduras o comer una ensalada antes y después esa porción de fideos o harina”.

“Si comemos pizza, comer dos porciones porque uno va a tener un peso y altura, y otro individuo otro, las porciones las adecua el nutricionista que lo saca por cálculos, pero no hay malos alimentos, el tema es el exceso y siempre recurrir a harinas integrales que nos va a portar fibras”, agregó la nutricionista.

Antiguo método de medida

Por otra parte, también se habla de ciertos métodos que se utilizaban en el pasado para poder medir la “manera de comer” que tenía la población por aquel entonces. Respecto a este interesante punto, la profesional opinó que “la pirámide alimenticia ya no se usa más, esa pirámide nos tenía acostumbrados que en la base de nuestra alimentación tenía que ser el grupo de los cereales, ahora lo que está más estudiado, saludable y se recomienda a toda población es el plato saludable. Este plato es una gráfica de un plato donde la mitad del mismo tienen que ser vegetales y frutas, en los cuales hay todo tipo de vitaminas, oligoelementos, minerales. Depende del método de cocción donde uno recomienda que no se use el salteado o frito, y sí usar el grillado o la parrilla y darle sabor a todas esas verduras, comerlas con placer”.

La nutricionista agregó que “del otro lado del plato hay menos de un cuarto que es el grupo de cereales, donde también se encuentran las legumbres, que no son muy consumidas en Argentina y son importantes como el garbanzo, lentejas, porotos negros, blancos, verdes o rojos, y después tenemos dentro de este grupo lo que es la papa, batata, choclo y mandioca que no entran en el grupo de vegetales porque tienen mayor contenido de hidratos de carbono, entonces su composición química es similar a un fideo, legumbre o polenta”.

Aunque también existe otro grupo de alimentos vitales como “en otro porcentaje entran las carnes (pollo, cerdo, vacuna o pescado), huevos, leches, yogur, queso, frutos secos, aceites, semillas y una parte chica de grasas, dulces y azúcares”.

Ley de etiquetado

Un ítem fundamental a tener en cuenta, es que hace varios meses que ya se aprobó la Ley de Etiquetado Frontal (N° 27.642), cuyos objetivos primordiales son: 1) garantizar el derecho a la salud y a una alimentación adecuada. Dar información nutricional comprensible de los alimentos envasados y bebidas analcohólicas para resguardar los derechos de las y los consumidores, 2) advertir a las y los consumidores sobre los excesos de: azúcares, sodio, grasas saturadas, grasas totales y calorías y 3) prevenir la malnutrición en la población y reducir las enfermedades crónicas no transmisibles. 

Este tema ha sido siempre un punto que pocos entienden y otros no se fijan, y el asunto es que hasta antes de la sanción de esta nueva norma, las etiquetas de los productos “estaban bastante confusos, la gente la leía pero la verdad es que no lo entendía a veces ni siquiera el profesional, es complicado cuando uno ve un producto el poder comparar con otro”, dijo la profesional que además argumentó que “hay mucha gente que no sabe que los ingredientes van de mayor a menor, entonces cuando leo un producto como cacao de una marca conocida, dice que es cacao pero si uno da vuelta el paquete, el primer ingrediente que tiene es azúcar, después viene el caco, entonces no es cacao lo que me estoy llevando. Todo esto genera confusión y la industria quiere que nos confundamos y lo mismo que el café, hay muchos que son instantáneos que son a base de café, entonces cuando uno lee los ingredientes, el primero es azúcar o maltosa, y nos están vendiendo por un café”.

Mezcla “no” explosiva

Finalmente, otro punto a tener en cuenta tiene que ver con la mezcla de comida “sana” con alcohol, algo que termina de beneficiar del todo: “Lo ideal es el consumo de agua siempre, pero de alcohol lo que se puede tomar con moderación es el vino tinto, que nos va a aportar el resveratrol que son los polifenoles, que es un antioxidante que no está solamente en el vino tinto, ya que se pueden comer frutas, verduras (o cacao amargo) y obtenerlas de ahí. Pero si una persona está acostumbrada a tomar bebidas alcohólicas, sólo puede tomar dos copas si es varón y si es mujer tomar una, porque hombres y mujeres tenemos diferentes enzimas intestinales que metabolizan el alcohol”.

“Si es varón y tiene hipertensión disminuirlo a una copa. El permitido sería el vino tinto no el blanco, pero hay otros alcoholes y bebidas que no es bueno para el cuerpo o el hígado, porque lo deshidrata y tiene sus calorías, ya que un mililitro de alcohol tiene unas 7 kilocalorías”, agregó la especialista en este campo.

El resumen indica que todos podemos comer de todo pero lo importante es que para mantener un equilibrio indicado de nuestro organismo, la alimentación debe ser balanceada y correcta para evitar la suba de kilos y futuros problemas que hoy se pueden evitar.

¿Qué son las vitaminas liposolubles?

En el mundo de las vitaminas existen diversos tipos y letras para clasificarlas según su tipo de importancia y el beneficio que suele representar en nuestro organismo, y dentro de ese grupo vital e interesante, una de esas franjas se llaman “Liposolubles”, ya que tienen una base de alimentos y sus respectivas funciones son las que ayudan al correcto funcionamiento del cuerpo.

Lo cierto, es que la composición por calificación y objetivo de algunas de ellas son las siguientes: Vitamina A: la misma se encuentra compuesta por pescados grasos (es un vital antioxidante), yema (mejora la vista), leche fortificada (ayuda en la inmunidad del organismo) y frutas y verduras (cumple un papel importante en el embarazo y lactancia y también reduce el riesgo de cánceres y enfermedades cardiovasculares, entre otros). Vitamina E: en esta caso figuran los aceites (un poderoso antioxidante), frutos secos (que cumplen el rol protector en el desarrollo de enfermedades) y los cereales integrales (cuya función es reparar las membranas musculares).Vitamina K: aquí están presentes los vegetales de hojas verdes (que son importantes para el mantenimiento de los huesos), aceites (fundamental para la coagulación de la sangre), tomate y legumbres, entre otras hojas. Vitamina D: en dicha lista podemos hallar por ejemplo al pescado graso (el cual mantiene la concentración de calcio y fósforo en los límites normales), leche fortificada (previene todo tipo de enfermedades autoinmunes), huevo (regula el crecimiento y desarrollo celular) e hígado (que provee del hierro suficiente para el cuerpo).

Situación con los niños

Si bien los adultos tienen un panorama de cómo encarar la alimentación de forma positiva, existe otra franja etaria a tener en cuenta: los niños: “A un chico se lo evalúa con tablas de la OMS, que son unos gráficos, se lo pesa, mide con una tabla de gráficos y esto dice en qué rango está, si está desnutrido o con sobrepeso. Con los chicos es medio confuso, quizás a simple vista uno no se da cuenta pero después lo medís y tiene sobrepeso. Cuando uno lo controla, aparece la verdad”, dijo la profesional, quien agregó que “en caso de kilos de más, no se maneja con dieta sino con hábitos saludables y a medida que van creciendo, si mantienen esos hábitos saludables revierten fácilmente, pero con el tema pediatría también tiene que ver la familia”.

POR G.A.