Volvió a caer el consumo: en septiembre, las ventas en supermercados anotaron su peor registro en 5 meses
Las ventas en supermercados, mayoristas y centros de compras volvieron a caer tanto en términos anuales como mensuales, según el INDEC. ¿Qué proyectan las consultoras para los próximos meses?
Lejos de los discursos oficiales, en la micro, al plan económico del Gobierno no se le ven las burbujas. El último dato del Indec lo confirma: el consumo masivo en Argentina sigue sin mostrar signos de recuperación. Según el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos, las ventas en supermercados cayeron un 0,4% en septiembre en comparación con agosto. A pesar del optimismo oficial sobre la posible salida de la recesión y la mejora de los salarios, el gasto de los hogares continúa muy por debajo de los niveles anteriores a la devaluación de diciembre pasado. En concreto, el consumo se encuentra un 10,1% abajo con respecto a noviembre del año previo, justo antes de la asunción del presidente Javier Milei.
Un aspecto preocupante para el sector productivo es el atraso cambiario, que se agravó junto con una apertura comercial que se produce en un contexto de contracción del mercado interno. La Encuesta de Supermercados publicada por el Indec reveló que, en los primeros nueve meses del 2024, el consumo masivo ha registrado sus niveles más bajos desde que el organismo empezó a llevar registros en 2017. Este comportamiento se asemeja a las caídas durante las devaluaciones de 2018-2019 y los efectos de la pandemia en 2020.
Además, un análisis reciente de la consultora Nielsen muestra que en octubre el consumo general había disminuido un 16,3% interanual, siendo el consumo masivo el más afectado. En contraste, algunos sectores más favorecidos se benefician del atraso cambiario, lo que ha llevado a un aumento notable en las importaciones, especialmente en el ámbito de bienes de consumo y automóviles. Por su parte, los hogares con ingresos más bajos han visto como su recuperación salarial, que es parcial, no alcanza para cubrir el aumento en las tarifas, lo que les obliga a recortar sus gastos en otros rubros.
Las ventas de productos esenciales como yerba, carne y lácteos reflejan esta tendencia negativa. De acuerdo con el informe de Epyca, la caída del consumo se hace evidente en estos sectores, lo que subraya la crisis que atraviesa la economía nacional.
La situación para el sector productivo, a excepción del agro, promete menos que los discursos oficiales. La industria lidera la caída del Producto Bruto Interno (PBI) en lo que va de 2024, enfrentando el reto de un consumo en niveles históricamente bajos, además de la competencia extranjera derivada del atraso cambiario. En octubre, las importaciones destinadas al consumo alcanzaron su punto más alto desde marzo de 2022, totalizando USD 803.000 millones, lo que destaca un desafío significativo para la producción local.
Epyca señala que este escenario de apreciación de la moneda nacional implica una mayor competencia de productos importados en un mercado interno reducido, debido a la caída en la demanda de artículos de consumo masivo. Además, los cambios regulatorios de este año han potenciado la importación de bienes terminados, favoreciendo esta dinámica en detrimento de la adquisición de insumos para la producción nacional.
El 8 de noviembre pasado, en el marco de la celebración de los 100 años de fundación de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), el presidente Javier Milei aseguró: "Dijimos que la economía subiría como pedo de buzo, y las burbujas están empezando a verse". Por ahora, los datos de la gente de a pie, no lo confirman.