A pocas horas del veto de Javier Milei a la ley de Financiamiento Universitario, aunque la oposición aún buscará revocar la decisión en el Congreso, el Gobierno dejó trascender que está trabajando en otro cambio afectaría a la comunidad educativa. En ese sentido, presentará un proyecto de ley que propone habilitar que se les cobren aranceles a los estudiantes extranjeros no residentes.

“Quienes vienen a estudiar a nuestro país, no se quedan y no pagan ningún impuesto, es razonable que hagan alguna contribución”, destacó el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem. en el programa ¿La Ves? de TN. 

Además, comparó esta situación con la de otras áreas. “Nosotros sostenemos la educación, la salud, la seguridad y la justicia, me parece razonable que quienes utilicen estos servicios que por lo menos paguen un arancel. En sus países no debe ser tan accesible la educación”, señaló.

Con esta medida, las casas de altos estudios contarían con la habilitación para cobrar una tarifa a los estudiantes que no sean argentinos.
Con esta medida, las casas de altos estudios contarían con la habilitación para cobrar una tarifa a los estudiantes que no sean argentinos.

Esta modificación había sido propuesta en el capítulo de Educación de la Ley Bases original. Sin embargo, no fue incluida. Ahora esa idea sería reflotada por el oficialismo y entre su impulsor, el ministro de Desregulación del Estado, Federico Sturzenegger, y su par de Capital Humano, Sandra Pettovello, en cuyo ministerio recaen la Secretaría de Educación, estarían trabajando en un proyecto de ley.

La idea es cobrar un arancel a extranjeros no residentes que vengan a estudiar a las universidades públicas, La medida, que apuntaría a un nuevo alumnado, se refiere a la necesidad de modificar la ley de Educación Superior vigente. Es por eso que el oficialismo espera mandarla a las comisiones de Diputados para que sea tratada.

En tanto, hasta ahora, para que un extranjero pueda estudiar en universidades públicas debe tramitar su DNI, por ende, debe acceder a algún tipo de residencia, al menos precaria. De este modo, accede también a principios básicos de igualdad con estudiantes argentinos.

Por último, este cambio, en caso de ser aprobado, abriría una alternativa a las universidades nacionales y a otras instituciones de educación superior ligadas a la gestión estatal. A una posibilidad, si en su autonomía lo considera, de cobrarle a estudiantes extranjeros no residentes, es decir, no se les exigiría la tramitación de un documento argentino o que no quieran acceder a esos papeles.