Tras respaldo de Joe Biden, Alberto Fernández toma distancia de la candidatura y hace foco en la urgencia de la economía
Lo que dejó la visita del Presidente a la Casa Blanca. La promesa de apoyo ante el FMI de Estasos Unidos y la decisión de no insistir con los sobrecargos. Balance exclusivo de Santiago Cafiero sobre la bilateral para cronica.com.ar. Detalles, en la nota.
Hubo una primera coincidencia en el Salón Oval de la Casa Blanca que facilitó el desenlace favorable en la visita del presidente Alberto Fernández. Su par estadounidense, Joe Biden, comparte la mirada sobre la necesidad de una reforma de la arquitectura financiera global. “No lo puso en esos términos pero coincidió en que el mundo es otro”, le contó el mandatario nacional a su entorno durante el regreso de Washington a Buenos Aires según pudo saber cronica.com.ar. Fue el punto de partida para solicitar mayor apoyo político de la potencia norteamericana en los organismos multilaterales de crédito, como el Fondo Monetario Internacional ( FMI), sobre los que el demócrata comprometió ahí mismo a su equipo a ayudar abriendo un pasaje hacia la revisión de las condiciones del acuerdo. Tras recibir elogios del demócrata “por su liderazgo en la región“, el jefe de Estado llegó ayer al país y, aunque la previa electoral lo siguió al “Norte” mantuvo inalterada su postura: “Si resulta que yo termino siendo el mejor candidato, seré yo. Si es otro, acompañaré”, por lo pronto, “mi preocupación no pasa por ahí”.
Al tomar la palabra el último miércoles en su residencia, Biden prometió que “rápidamente” sus equipos se pondrán a trabajar para que la Argentina pueda atravesar con mayor facilidad el complicado momento económico y “hacer un puente” hasta que se vean los resultados de sus potencialidades energéticas, mineras y de la producción de alimentos que el gobierno proyecta para los próximos años. Con la presencia de la secretaria del Tesoro y contraparte del ministro de Economía, Sergio Massa, en ese intercambio, Yanet Yellen, el estadounidense aseguró que dio la orden de avanzar para ayudar a la Argentina.
El encargo se puede traducir en la posibilidad de mejores condiciones en el programa con el FMI firmado el año pasado cuando el escenario no incluía a la sequía que afecta las cosechas del agro cuyo costo para las cuentas públicas se calcula cerca de los 20 mil millones de dólares y no estaba en los cálculos. Hay sed en el Frente de Todos para que ese acuerdo se revise. El Presidente argentino hizo hincapié en Washington en que la falta de lluvias en el centro del país es histórica y que se relaciona directamente con los daños que provoca el cambio climático, una de las banderas políticas de Joe Biden.
El respaldo de la Casa Blanca al presidente Fernández superó las expectativas de su propia comitiva que calificó la visita como “un éxito”. Claro que todas las promesas pueden quedar en simples manifestaciones pero fue justamente lo “concreto de los temas que abordó Biden” lo que entusiasmó al entorno presidencial que interpretó la visita como un claro espaldarazo al gobierno. Preguntó, por ejemplo, los números de la proyección de la producción energética para los próximos años, como así también, la de las “proteínas”, como llaman los norteamericanos al comercio de alimentos. Una especie de “cuánta mercadería vas a poder entregar”, si se tratara de un simple comercio de barrio.
Fue Massa quien explicó cada una de esas estimaciones para el futuro. Su equipo había enviado previamente a los funcionarios estadounidenses presentes en la Casa Blanca tres videos de un minuto y medio en los que describe el aporte que puede hacer el país a la seguridad alimentaria, los desafíos de la sequía y la potencialidad de la energía y minerales estratégicos.
Guiños norteamericanos durante la bilateral Alberto Fernández y Joe Biden
Hubo varias lecturas internas en la delegación argentina sobre el respaldo político que resulta de la suma de gestos durante la bilateral: la declaración conjunta duró 11 minutos, los mandatarios dialogaron 20 minutos a solas, la reunión ampliada (ya con los miembros del gabinete) otra hora más. La última vez que Biden se reunió por hora y media en la residencia de gobierno estadounidense fue con el brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva, en febrero último. El líder del PT tiene muy buena relación con Fernández y la sucesión de hechos entre su visita y la del presidente argentino es un análisis que entusiasma al albertismo, además, se encadena con la antesala electoral en la Argentina.
Por Estados Unidos, además de Yellen, se sentaron en la mesa el consejero principal de Seguridad Nacional, Jack Sullivan; el secretario de Estado, Antony Blinken; el consejero de Seguridad Nacional para América Latina, Juan González; el embajador de Estados Unidos en Argentina, Marc Stanley; el subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, Brian Nichols; y el director Cono Sur del Consejo de Seguridad Nacional, Lorenzo Harris.
El último miércoles, cronica.com.ar pudo dialogar en exclusiva con el canciller Santiago Cafiero al término de la bilateral en la que estuvo sentado en la mesa al lado de Fernández y frente a Biden. En la embajada argentina en Washington antes del regreso a Buenos Aires, analizó: “La reunión fue muy constructiva, se pudo desplegar la agenda estratégica de la Argentina junto con Estados Unidos en un contexto muy desafiante en el que el mundo tiene un déficit de alimentos, de inaccesibilidad energética y donde también se debate el cambio climático. En esos tres puntos, la Argentina puede hacer un aporte sustancial, no sólo para sí misma sino también para el resto del mundo. Estados Unidos lo ve así también, lo percibe, y por eso, en el marco de los 200 años de relaciones diplomáticas, destaca el rol de liderazgo regional que tiene el presidente Alberto Fernández. En ese punto, el país puede desarrollar y articular con Estados Unidos, a partir de inversiones, aún más su producción agropecuaria, de alimentos, también los minerales estratégicos (litio, cobre), especialmente agregandole valor para que produzcan empleo de calidad”. "Lo que dijo Biden es algo que nosotros venimos planteando hace tiempo y que no tiene que ver con una discusión política sino con una realidad: el gobierno de Macri en la Argentina fue extremadamente nocivo y ya no es algo que solo se repite hacia adentro del país sino algo que se sabe en el resto del mundo” Santiago Cafiero reflexionó sobre el inesperado comentario de Biden en referencia a los ex presidentes Donald Trump y Mauricio Macri cerca de una nueva elección presidencial en la Argentina: “Dijo en tres oportunidades que ambos habían heredado de sus antecesores una economía en muy mal estado. Lo que dijo Biden es algo que nosotros venimos planteando hace tiempo y que no tiene que ver con una discusión política sino con una realidad: el gobierno de Macri en la Argentina fue extremadamente nocivo y ya no es algo que solo se repite hacia adentro del país sino algo que se sabe en el resto del mundo”. xxxxxx Era el segundo día del viaje presidencial que arrancó por República Dominicana (para participar de la Cumbre Iberoamericana) cuando el ex presidente Mauricio Macri (Juntos por el Cambio) anunció que no será candidato en 2023. Enseguida, el kirchnerismo le pidió a Fernández que “imite su ejemplo”. En las filas de la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, entienden que el líder del PRO “se bajó porque tiene poco caudal de votos” y que si Alberto hiciera lo mismo “facilitaría el ordenamiento del Frente de Todos”. El mensaje llegó al país caribeño pero no causó efecto, para el Presidente la mejor opción es que todos los candidatos compitan en una PASO. El último miércoles minutos antes de la bilateral, la interna sumó otro episodio que no cayó bien en el albertismo. La vicepresidenta escribió un tuit acusando al “Norte” de estar detrás de los movimientos del Partido Judicial para proscribirla. A ese mensaje de Cristina a Estados Unidos en el que citó una nota del senador republicano de Estados Unidos, Ted Cruz, Fernández le bajó el precio y no le dio entidad al político norteamericano. Opinó luego en diálogo con sus funcionarios: “Cruz es un marginal, es como Fernándo Iglesias en nuestro país”. Al abordar cómo se coló la política doméstica en la Casa Blanca, un episodio más no pasa desapercibido aunque pertenezca a la esfera económica. Fuentes cercanas a la comitiva afirmaron a este medio hasta la última hora antes de la bilateral que el pedido de un cambio de política en los sobrecargos del FMI estaba en la agenda de Fernández. Esos intereses que pesan sobre los pagos que hay que hacerle al Fondo se agravaron en el último tiempo cuando la Reserva Federal (FED) estadounidense subió la tasa general que, por supuesto, encarece los créditos de organismos multilaterales. Pero el ministro de Economía, Sergio Massa, explicó a Fernández su mirada sobre la necesidad de poner en remojo ese reclamo que había iniciado el país cuando Martín Guzmán conducía el Palacio de Hacienda. El Presidente consideró que el actual ministro estaba en lo cierto y tachó a los sobrecargos de la lista. Fernández priorizó entonces un pedido general sobre los organismos multilaterales de crédito (por ejemplo FMI, BID, Banco Mundial) que tuvo muy buena recepción en Biden. Comentó luego con su comitiva en el avión de vuelta: “Estoy muy contento porque Biden me informó que esos organismos están tratando de cambiar la burocracia para que los países de renta media puedan acceder a créditos porque siempre quedamos afuera”. "Es algo que veníamos diciendo con Martín (por Guzmán)”, recordó. Y puso de ejemplo a los DEGs, que “se reparten en función de la cuota parte que los países tienen en el FMI, por eso los que más ganan son los más ricos, entonces el FMI para compensar les da a los más pobres un fondo especial. Algo a lo que los de renta media, como nosotros, no acceden”. “Estoy muy contento porque Biden me informó que esos organismos están tratando de cambiar la burocracia para que los países de renta media puedan acceder a créditos porque siempre quedamos afuera”. "Es algo que veníamos diciendo con Martín (por Guzmán)”, recordó Fernández. El Presidente se refirió así a que la Argentina viene insistiendo en que los países de ingresos medios sean elegibles para el Fondo de Resiliencia y Sustentabilidad que se creó para reasignar los DEGs. Quizá ahora, con la “orden” de Biden se concrete. Dentro de ese fondo habita la "tercera línea" de crédito que ya está aprobada pero el límite de acceso es aún muy bajo (máximo de 1.300 millones de dólares mientras la Argentina partió de 45 mil millones de deuda a la hora de acordar). Es una línea a 20 años y se necesita que el límite de acceso sea más alto para que el programa argentino pueda migrar allí y pagar a plazos más largos. Con todo, en declaraciones a radio Perfil al llegar a Buenos Aires, Fernández reiteró ayer su posición: "Mi prioridad no es ser candidato, mi prioridad es que gane el espacio". Y continuó: "Si resulta que yo termino siendo el mejor candidato, seré yo. Si es otro, lo voy a acompañar gustoso”, aclaró. “Mi preocupación no pasa porque sea reelecto, pasa porque Argentina no retroceda poniendo en el Gobierno a los que nos condenaron con esta deuda maldita", concluyó respecto a si buscará o no un segundo mandato. Es decir, hay que esperar para una definición. En los pasillos de Casa Rosada se estima que la decisión llegará después de la primera quincena de mayo (al igual que ocurrió en 2019). Falta poco pero mucho en términos electorales mientras el gobierno acumula mes a mes subas en los índices inflacionarios y bajas en los salariales. Ayer se conoció el índice de la pobreza del Indec: hubo un crecimiento y llegó a 39,2% en el último semestre del año pasado. Por F.G.Testigo de la bilateral en la Casa Blanca: balance del canciller Santiago Cafiero
Alberto Fernández: "mi preocupación no pasa por ser reelecto"