La conexión a la red de gas natural, se sabe no es una realidad para millones de argentinos. Hay unos 5 millones de hogares que cocinan, se higienizan y calefaccionan sus casa con garrafa. Los 10 kilos tienen hoy un valor de referencia fijado por el Gobierno de $ 425 pero quienes la consumen saben que difícilmente se los consiga a esa valor.

Los productores de GLC dicen que están en emergencia y sin margen operativo por eso le reclaman al Gobierno una suba de entre $ 200 y $250 que que llevaría el tubo a $750, en promedio en el país.

Cocinar, calefaccionar la casa y bañarse podría pasar a ser un lujo para estos hogares donde los 10 kilos a lo sumo duran 15 días; es decir que como mínimo se necesitan dos garrafas al mes, siempre que la familia no sea un familión. Se destinarían unos $ 1.500 al mes sólo para comprar la garrafa; el equivalente por ejemplo, a kilo y medio de milanesa o de asado (en oferta, claro).

El tubo tiene un valor de referencia pero, en la práctica, se vende a $500 y por supuesto en invierno, cuando hace más frío, se usa más. Incluso se si aplicara la suba sobre el precio de refencia (los $ 425) la garrafa se iría a $ 675).

Los productores nucleados en CEGLA, Cámara de Empresas Argentinas de Gas Licuado, le reclaman al Gobierno que los declare en emergencia y se reunieron con el secretario de Energía, Darío Martínez, hace ya casi un mes y reclaman otro encuentro porque sostienen que con la situac ión actual están en crisis y no tienen margen operativo y que trabajan a pérdida.

Piden emergencia del sector con congelamiento de inversiones y reducción de 50% de aportes patronales para cerca de 9. 000 empleos directos e indirectos.

Por A.G.