Los expertos señalan que la sequía en el campo argentino es la peor desde que comenzó el siglo XXI. Según el seguimiento del fenómeno climático que realiza el Sistema de Información Sobre Sequías para el Sur de Sudamérica (SISSA), casi el 55% del país se encuentra con diferentes grados de escasez de agua.

En tanto, el último informe de la Guía Estratégica para el Agro de la Bolsa de Comercio de Rosario detalló que, para la soja, hace un mes se estimaba una cosecha de 49 millones de toneladas, pero como consecuencia de la falta de lluvias se ajustaron los números y, ahora, se calcula de producción total unas 37 millones de toneladas; es decir, ya se perdieron 12 millones de toneladas o un 25%.

En ese contexto, el productor agropecuario Georges Breitschmitt quedó sorprendido en las últimas horas al ver que, por debajo del viejo puente de hierro del río Rojas, en el norte bonaerense, no corría el agua. El cauce estaba prácticamente seco; casi todo era tierra resquebrajada. Sacó su celular y empezó a captar imágenes.

Tengo 50 años, vine acá toda la vida y nunca lo había visto así”, dijo el productor, quien recordó que en su infancia solía pescar y nadar aguas arriba con la cámara de un tractor.

El hombre compartió algunas fotos del río en su cuenta de Twitter y las comparó con imágenes que había tomado en 2021, lo que evidenció que de un gran caudal se pasó a un lugar prácticamente seco.

Todo el mundo habla de la sequía, pero con el río así queda realmente plasmada y es difícil de eludir. Es una situación muy preocupante”, contó, según declaraciones consignadas por LaNacion.com.ar. 

El productor rural tomó las fotos cuando salió a recorrer la zona junto a sus hijos y quedó impactado porque, a pesar de que caminaron varios kilómetros, siempre se notaba la sequía.

El Río Rojas en condiciones de lluvias normales en 2021 (Twitter @churchill00).

Breitschmitt trabaja un campo familiar de 300 hectáreas en la localidad de Carabelas, en el partido bonaernse de Rojas. Lo produce junto a su madre y su hermano. Por la escasez de lluvias, en la campaña 2022/2023 decidieron no explotar 20 hectáreas de maíz que siembran todos los años.

En tanto, hace cuatro días terminaron de sembrar una última parte de soja que, no obstante, deberán resembrar porque “no nació”, explicó el productor.

Además, se dedican al forraje. Breitschmitt precisó que, de los 2000 kilos de cebadilla que normalmente cosechan, recientemente sólo obtuvieron 350 kilos. Algo similar les ocurrió con los rollos. Los que sacaron fueron “deplorables”, cerró el productor.