En los últimos veinte años se consolidó en el país el fenómeno del "trabajador pobre", donde tener un empleo no garantiza escapar de esa categoría, de acuerdo con un informe de la Universidad Católica Argentina (UCA).

Según el relevamiento, que abarca desde el 2003 hasta el 2022, el poder adquisitivo de los trabajadores formales "se vio altamente deteriorado, ya que el salario real cayó en más de 20 puntos". Para los "trabajadores pobres" la situación es incluso peor: en términos mensuales, "ganan alrededor de 30% menos que el promedio de la fuerza laboral ocupada".

"Lo que se ve después de la crisis del 2018 y se profundiza luego por la pandemia es la consolidación del fenómeno del trabajador pobre", indicó el estudio. La definición de "trabajador pobre" hace referencia a ocupados que viven en lugares con ingresos por debajo de la línea de la pobreza. Según la UCA, los niveles van desde cifras que superan el 20% hasta llegar al 29% del total.

En el trabajo, los investigadores advierten que hay sectores para los que es peor: “Este porcentaje se incrementa a 49,3% en el caso de los trabajadores que no poseen estudios secundarios completos y disminuye a 19,5% en los que culminaron este nivel de instrucción”.

“En 2022, el 23,2% de los ocupados realizaba actividades en la economía social y el 30,5% se encontraba ocupado en el sector micro informal de la estructura productiva (actividades laborales autónomas no profesionales o llevadas a cabo en pequeñas unidades productivas de baja productividad, alta rotación y baja o nula vinculación con el mercado formal)”, refiere el documento.