Las ventas de juegos y juguetes para el día de Reyes Magos cayó 3,1% respecto del año pasado y los industriales del sector acusaron a la Justicia de favorecer a importadores a los que les permitieron ingresar mercadería a “dólar barato” en perjuicio del sector productivo que afronta aumento de costos y falta de insumos.

“Los únicos favorecidos fueron los especuladores, ciertos juzgados y estudios jurídicos que ganaron con las medidas cautelares para importar juguetes a un dólar barato”, sostuvo la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ) en un comunicado.

La entidad sostuvo que el “balance es negativo” porque el “sector juguetero está siendo destruido por estas maniobras, en particular la industria, que afronta mayores costos para producir por las tasas de interés, la falta de maquinarias e insumos del exterior y una abundancia de productos importados de dudosa procedencia”.

En Reyes 2023, el ticket promedio de compra osciló entre $1.800 y $5.900, según la CAIJ (Crónica/Hernán Nersesian).

CAIJ precisó que “se vendieron los productos más económicos a un ticket promedio de $1.800 por juguete principalmente en comercios de cercanía mientras que en shoppings y cadenas de jugueterías con una mayor participación de juguetes importados, el ticket ascendió a $ 5.900 por juguete”.

La evaluación de la cámara señaló que “el 80% de las transacciones se concretaron con tarjeta de crédito, aprovechando las promociones bancarias y el Programa Ahora 12 aunque no lograron mejorar el desempeño del anterior ni de la temporada navideña”.

Los juegos y juguetes explican más del 50% de los regalos que se realizan para Reyes, un porcentaje mayor que para Navidad, por lo que la llegada de los Reyes Magos resultaba un evento muy importante para la industria argentina del juguete, que afronta un 2023 muy complicado por el aumento de la tasa de interés y el exceso de productos importados, que se suma al problema del comercio ilegal”, agregó el comunicado.

Industria Argentina del Juguete: la situación del sector

CAIJ consideró que “si bien la industria argentina del juguete venía recuperando el nivel de producción a la salida de la pandemia, en el año 2022 tuvo una fuerte desaceleración del nivel de actividad y actualmente, no está exenta de los problemas de la industria en general respecto a las autorizaciones para abastecerse de maquinarias, materias primas e insumos del exterior que deben ser importados porque no se fabrican en el país”.

Asimismo, afirmó que “con el aumento de la tasa de interés, se está encareciendo el abastecimiento de materias primas adquiridas en el mercado local, lo que va está perjudicando a muchas pequeñas y medianas empresas para llegar al próximo mes de agosto, cuando se concreten las ventas para el Día del Niño”.

“El objetivo de llegar al 51% de participación en el mercado argentino de juguetes que supo alcanzar la industria en el año 2015, quedó lejos de ser alcanzado porque actualmente la fabricación nacional volvió a explicar apenas el 30% del mercado, se lamentó la entidad.

La industria argentina del juguete atravesó una fuerte desaceleración del nivel de actividad en el 2022 (Crónica/Carlos Ventura).

Acerca del perjuicio de las importaciones explicó que “los mayores volúmenes de importaciones de juguetes suceden en dos momentos en el año: entre los meses de abril y mayo y entre septiembre y octubre, de manera previa al Día del Niño y Temporada de Fin de Año”.

En los primeros 10 meses del 2022, las importaciones de juguetes se incrementaron un 50% en dólares FOB respecto el mismo período del 2021, lo que perjudicó notablemente no solo a la industria sino también a importadores tradicionales, ya que dichas operaciones se realizaron a través de medidas cautelares que vulneraron la administración del comercio del entonces Ministerio de Desarrollo Productivo”, denunció CAIJ.

En esa línea afirmó que “esta intervención de ciertos sectores de la justicia fueron funcionales a especuladores que buscaron aprovecharse de un dólar barato al tipo de cambio oficial y vender los juguetes al tipo de cambio ilegal, provocando una saturación del mercado local con productos que ofrece la industria, dañándola y acentuando la problemática de la restricción externa y la fuga de divisas”.