En su declaración ante el juez federal Claudio Bonadio, el chofer Oscar Centeno admitió haber quemado los cuadernos.

El detenido que trasladaba a Roberto Baratta, mano derecha del ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido, y que anotaba los movimientos de los funcionarios aseguró que "los quemé en la parrilla del fondo de mi casa", en la localidad bonaerense de Olivos, partido de Vicente López.

El arrepentido destacó cómo destruyó los cuadernos originales donde se encontraban los registros durante 10 años.

Antes de recuperar su libertad e ingresar en el Sistema de Protección de Testigos, en su presentación en los Tribunales Federales de Comodoro Py, Centeno aclaró que le entregó los ocho cuadernos a un amigo, al sargento retirado de la Policía Federal Jorge Bacigalupo.

El ex uniformado aclaró el viernes el diálogo con Centeno: “Me dijo 'por favor, guardame esto'. Le pregunté qué tenía adentro y me dijo que eran anotaciones de lo que hacía en el Ministerio. Me los entregó por confianza”. El ex agente fue quien luego se contactó con un periodista para dárselos en enero de 2018.