La “mesa chica” de la CGT se reunirá este miércoles por la tarde en la sede de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN). Lo hará después de que sus integrantes participen en el acto de jura del nuevo ministro de Economía, Desarrollo Productivo y Agricultura, Sergio Massa.

El objetivo de la reunión será evaluar si se mantiene la marcha prevista para el 17 de este mes, que tiene por objetivo apoyar al gobierno nacional y mostrar el rechazo contra los aumentos dispuestos por los formadores de precios. El llamado a la movilización fue hecho hace tres semanas pero algunos dirigentes siguen sin estar convencidos de su realización.

El martes, el jefe de Gabinete, Juan Manzur, y su nuevo vicejefe, Juan Manuel Olmos, recibieron a los principales directivos de la CGT. Allí estuvieron dos de sus secretarios generales, Héctor Daer y Carlos Acuña, y también Andrés Rodríguez (UPCN), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y Alejandro Amor (Sutecba). “Vinimos a conversar y a analizar el momento político que estamos atravesando”, dijo Daer.

La duda de algunos dirigentes es si el llamado a ocupar las calles puede ser tomado como una presión contra el gobierno, justo en momentos en que las expectativas políticas se han renovado con la llegada de Massa al gabinete. La idea de movilizarse desde el Obelisco al Congreso fue impulsada entre otros por Pablo Moyano, uno de los secretarios generales, y la CTA de Hugo Yasky. Otros gremialistas, sin embargo, no están tan de acuerdo.

“Las aguas están divididas. Hay dirigentes que comparten la idea de levantar o posponer la movilización a partir de los cambios operados en el Gabinete nacional para no entorpecer la gestión de Massa desde un comienzo. Hay que darle aire a Sergio”, aseguraron fuentes de la central obrera a la agencia Télam.

Andrés Rodríguez, anfitrión del encuentro pautado para este miércoles, sostuvo que “la única posibilidad de levantar o suspender la movilización del 17 de agosto es la convocatoria orgánica a una reunión extraordinaria".

Por su parte, Mario Manrique (secretario adjunto del Smata, el poderoso gremio de los mecánicos) ratificó la marcha en declaraciones radiales. Sostuvo que será “un primer paso en esta nueva etapa de la vida nacional e inclusive para la CGT", y reclamó "gobernabilidad" y, en especial, saber "quiénes son los adversarios".

Sin embargo, las circunstancias políticas podrían torcer la decisión de la entidad. En ese sentido, el encuentro de la mesa chica permitirá sondear opiniones de cara a otra más amplia, pautada para este viernes, en la que se determinarán los pasos a seguir.