Luego de que el diputado nacional de la UCR por Mendoza y ex vicepresidente, Julio Cobos, propusiera cambiar el huso horario de Argentina con la finalidad de ahorrar energía, en medio de los incrementos de la tarifa eléctrica, en las redes sociales diversos especialistas difundieron qué beneficios y qué perjucios traería esta medida, en caso de concretarse.  

El biólogo Diego Golombek, biólogo e investigador del Conicet, sostuvo que la luz de la mañana es la que nos "carga de energía" para encarar el día y mucho más para el rendimiento escolar. Cabe destacar que una de las consecuencias "negativas" es que amanecería más temprano en invierno, aunque en verano habría luz hasta más de las 21 horas en la ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, en el oeste y parte de la Patagonia, el panorama se volvería "peor", ya que la luz solar llegaría hasta casi hasta la media noche.

"Argentina tiene un desfasaje entre la hora oficial (-3) y el huso horario que realmente nos corresponde (-4) y esto provoca varios inconvenientes”, explicó Cobos tras dar a conocer su propuesta y señaló que nuestro país “se encuentra casi en su totalidad dentro del huso horario de 4 horas al Oeste de Greenwich, solamente la zona cordillerana ingresa en el Huso -5. Sin embargo, usamos la hora del Huso -3. Además, parte de Brasil, Paraguay, Bolivia, Venezuela y Chile, hoy están en el Huso -4”.

El diputado Julio Cobos reflotó su viejo proyecto de cambiar el huso horario.

"La gran mayoría de los alumnos comienza su jornada en plena oscuridad, produciéndose un efecto negativo en su desempeño escolar", agregó y solicitó que las 12 del mediodía de la actualidad, pase a ser las 11 de la mañana, según el huso -4. Eso haría tener un poco más de luz a la mañana, pero anochecería más temprano.

¿Cuáles son los beneficios?

De acuerdo con los expertos, los beneficios serían los siguientes:

Más tiempo de luz solar implica un menor consumo de energía eléctrica: se reduce el costo por el consumo y baja la contaminación.

Por otro lado, que los días sean más largos propicia la vida social y familiar y, a la vez, un menor consumo de horas de televisión y un aumento del tiempo que se le dedica a la práctica deportiva.

Las personas registran menos problemas psicológicos y se encuentran de mejor humor, por lo general.

Hay áreas de la economía que también benefician el horario de verano: los negocios aumentan su facturación. Más tiempo de luz supone más tiempo en la calle y de paseo tras la jornada laboral, lo cual repercute directamente en un incremento en las compras.

A su vez, existen estudios que relacionan la mayor cantidad de horas de luz con un descenso de todo tipo de crímenes, por lo que la seguridad en las ciudades aumenta.