La reunión que el pasado jueves mantuvieron los principales gobernadores de Juntos por el Cambio (JxC) en la Casa Rosada podría haber servido para destrabar la Ley Ómnibus, que en las próximas semanas tendría luz verde en el Congreso, aunque será una norma más acotada respecto de la original, que en su momento fue rechazada por las mayorías legislativas.

Ante el rechazo de plano del peronismo, el Gobierno obviamente se respaldará en los mandatarios de JxC para que desde ellos baje la orden política a sus legisladores para que apoyen la ley. Sin embargo, para que eso ocurra, desde la Casa Rosada deberán terminar de sellar un acuerdo fiscal con las provincias, que garantice fondos para las arcas de los distintos gobernadores y también solucione la cuestión del Impuesto a las Ganancias, ya que su posible reanudación es todavía objeto de debate.

Este fin de semana, el diputado libertario Alberto Benegas Lynch aseguró que la nueva norma a debatirse no tiene “la misma potencia” que la original que había redactado la gestión de Javier Milei, y que contaba con 664 artículos. El legislador afirmó que ahora intentaban negociar con los gobernadores una nueva norma dentro del acuerdo que el gobierno llama Pacto de Mayo y que el presidente Milei propuso suscribir el 25 de ese mes, en ocasión de la fecha patria, en la provincia de Córdoba.

Benegas Lynch aseguró estar confiado en que la nueva ley será aprobada porque los gobernadores entendieron “la importancia” de reducir el déficit del Estado. En concreto, durante este fin de semana y los primeros días de la próxima los gobernadores recibirán del Ejecutivo nacional una primera redacción tentativa de la nueva ley.

Cajas de jubilaciones

Además del conflictivo tema del impuesto a las Ganancias, para destrabar el tratamiento legislativo de la norma deberá haber un acuerdo sobre el conflicto que mantienen Nación y provincias en torno a los fondos para las cajas de jubilaciones, que generó roces en las últimas semanas. El Ejecutivo nacional, a través de una reasignación presupuestaria, recortó esas partidas de dinero que iban destinadas a auxiliar a esas cajas para evitar que tuvieran déficit.

Sobre el Impuesto a las Ganancias, el Gobierno escuchó a todos los gobernadores, aunque las posturas sobre si debe regresar o no el impuesto difieren, según se trate de gobernadores del norte o el sur del país. Y, sobre todo, se discute a partir de que salario -se menciona en torno al millón y medio de pesos en bruto- se debe pagar. Lo que sí parece claro es que se fijará un nuevo esquema progresivo para pagar el impuesto, con una escala gradual que implicará que los salarios más bajos paguen menos y la mayor carga impositiva recaiga sobre los sueldos más importantes.

Otro punto en la mesa de negociaciones, que ya pidieron los gobernadores, es que terminen con las obras públicas ya comenzadas, después de la decisión presidencial de suspender este tipo de emprendimientos en todo el país. En cuanto a los tiempos parlamentarios, el Gobierno apuesta, en el mejor de los casos, que el tratamiento comience en los próximos días y que la norma se convierta en ley entre fines de abril y comienzos de mayo.