Este miércoles, desde las 20 horas, diversas asambleas barriales llamaron a realizar un cacerolazo en distintos puntos de la Ciudad de Buenos Aires, en rechazo al proyecto de Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos.

La convocatoria por parte de vecinos fue lanzada y difundida en las redes sociales, como método de protesta contra el proyecto impulsado por el presidente Javier Milei, el cual se debate en una maratónica sesión en el Senado nacional.

La convocatoria en contra de la Ley Bases.

" Cacerolazos en los barrios, en contra de la Ley Bases", fue el mensaje difundido en las redes sociales, puntualizando las protestas en sitios como Parque Patricios, Caballito, Paternal, Almagro, entre otros.

Vale recordar que los cacerolazos son manifestaciones populares en las que los ciudadanos golpean cacerolas u otros objetos metálicos para expresar su descontento, protestar contra el gobierno o llamar la atención sobre determinadas situaciones.

En Argentina, la primera manifestación con el utensilio de cocina ocurrió el 9 de octubre de 1986, cuando el Movimiento de Amas de Casa del País (ACP) y el Sindicato de Amas de Casa de la República Argentina adhirieron a la huelga organizada por la Confederación General del Trabajo (CGT)

Sin embargo, el cacerolazo se hizo popular en la crisis de diciembre de 2001 como método de reclamo a la crisis política, económica, social e institucional del país, que terminó con la renuncia del entonces presidente Fernando De La Rúa, retirándose de la Casa Rosada en helicóptero.

Incidentes en rechazo a la Ley Bases

Este miércoles se registraron graves enfrentamientos entre la policía y los manifestantes en las adyacencias del Congreso de la Nación, mientras en el Senado continuaba el debate del proyecto de Ley Bases y el paquete fiscal.

Los disturbios comenzaron minutos antes de las 16 en la intersección de la avenida Callao y la avenida Rivadavia. Manifestantes de izquierda y movimientos sociales, y efectivos de fuerzas federales se enfrentaron en medio de una nube de gases lacrimógenos y piedrazos.

El operativo de seguridad en las inmediaciones del Congreso se activó con camiones hidrantes y balas de goma para reducir a los manifestantes que respondían lanzando escombros partidos de las baldosas.