Los investigadores del atentado contra Cristina Kirchner están convencidos de que Fernando Sabag Montiel (35), quien gatilló una pistola contra la vicepresidenta, y su novia, Brenda Uliarte (23), planificaron el ataque de hace una semana frente al departamento de la ex primera mandataria en el barrio porteño de Recoleta.

Quienes llevan adelante el caso además creen que la pareja contó con apoyo para concretar el ataque. Y detectaron que, poco antes del ataque, el agresor y su pareja estuvieron juntos en un local de comidas rápidas ubicado en el sur del Gran Buenos Aires, donde realizaron una maniobra que llamó la atención de los investigadores.

La Justicia investiga a un desconocido que se cruzó con Sabag Montiel y Uliarte en ese negocio de la cadena Mc Donald's. La Policía Federal examina imágenes de las cámaras de seguridad de ese local de comidas rápidas, entre otras, para tratar de determinar qué tipo de contacto tuvieron y de quién se trata.

"(Sabag Montiel) no es un loco suelto, no son solo él y su novia, pertenecen a un grupo de 'heaters' que se sienten representados por algunas ideas políticas, aunque no está acreditado que tengan respaldo de ningún espacio", dijo una fuente del caso citada por Clarin.

La pista surgió luego de que la Justicia hallara 52 imágenes de la novia con el detenido por intentar a matar a la ex presidenta en el ferrocarril Roca, haciendo el trayecto entre el sur del Gran Buenos Aies y el barrio porteño de Constitución. La pareja vivía en el partido de San Martín.

Los investigadores, además, determinaron que Sabag Montiel estuvo poco antes de llegar al local de comidas rápidas en un negocio de la zona en el que se realizó un tatuaje. Pidió que le hicieran fue una cruz gamada, símbolo nazi.

Un posteo de Fernando Sabag Montiel en el que cuenta que se tatuó una cruz gamada, símbolo nazi (Captura Instagram).

Las sospechas sobre un carrito de copos de azúcar

Por otra parte, los investigadores analizaban este jueves imágenes de un carrito de venta de copos de azúcar que supuestamente estaba a cargo de Uliarte en los alrededores del departamento de la vicepresidenta.

Los detectives estudiaban cámaras de seguridad y videos captados con teléfonos celulares de manifestantes que apoyaban a la ex primera mandataria.

Para los pesquisas, la presencia en el lugar de la joven es un indicio más de que el ataque concretado el hace una semana en Juncal y Uruguay fue premeditado, y que los agresores realizaron inteligencia previa en la zona.

En todas las imágenes que están en poder de los pesquisas se observa el carrito con copos rosados de azúcar, similares a los que vendía Uliarte, informaron fuentes citadas por Télam.