Los inquilinos están en vilo por una nueva suba récord de los alquileres: los contratos que vencen este mes sufrirán el 110% de aumento interanual por la aplicación del Índice de Contratos de Locación (ICL) que publica el Banco Central (BCRA). Ese incremento, el mayor en lo que va del año, anticipa una conflictiva negociación con los propietarios, ya que el monto promedio de las locaciones oscilará por encima de los $150.000 mensuales.

A fin de afrontar ese monto, los ingresos mensuales de los inquilinos deberían multiplicar por tres, o sea, tendrían que ser de alrededor de $450.000. Los números no dan porque el salario promedio en la Argentina, con un empleo registrado en blanco y recibo de sueldo con una empresa en relación de dependencia, rondó los $215.000, que no alcanzan a cubrir la canasta básica de $246.000.

La fuerte retracción de la oferta de departamentos en alquiler ya había hecho saltar los precios en julio el 11,3%. En siete meses, acumularon el 89,6% y superaron en un 50% el índice de inflación en ese período. Muchos inquilinos se lanzaron a la búsqueda de alternativas ante las subas que se avecinan, pero se encontraron con un mercado en el que la oferta escasea cada vez más y la demanda se incrementa.

La oferta de alquileres escasea cada vez más (Pablo Villán / Crónica).

Al respecto, los referentes del sector advirtieron que, como consecuencia de los inconvenientes provocados por la Ley de Alquileres, en la actualidad hay menos de 1.000 unidades en oferta en la Ciudad. "Antes de la ley de alquileres, hace tres años, había 20.000 unidades en oferta en la Ciudad de Buenos Aires. Después de la ley, ahora, hay 936. Y ese número sigue bajando", alertó el presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina, Alejandro Bennazar.

El empresario aseguró que esa ley "desmadra al mercado", al reducir drásticamente la oferta, y reconoció que "es muy difícil salir de esta situación". Ante este panorama, comentó que se presentó una iniciativa en el Congreso para reducir contratos a 24 meses y actualizar los precios de los alquileres, "como mínimo", cada cuatro meses. "Eso revertiría la situación en el mercado y aumentaría un poco la oferta", enfatizó Bennazar, en declaraciones a Radio Rivadavia.

En el mismo sentido, la publicación especializada Reporte Inmobiliario indicó que en julio la cantidad de departamentos de 1 a 4 ambientes usados disponibles para alquilar fue de sólo 686 unidades. Resulta inferior en un 26% a las ofertadas en junio y 58,4% menor a julio del año pasado, cuando fue de 1.649.

Alquilar en la Capital Federal, una tarea cada día más difícil

Un informe reciente del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO) destacó que "en la Ciudad de Buenos Aires, los altos precios impiden a gran parte de la población alquilar siquiera un monoambiente medio, empujándoles hacia zonas con infraestructura y servicios de menor calidad".

"El contexto de aceleración inflacionaria suma incertidumbre a la hora de tener que fijar valores que van a regir durante 12 meses", agregó, además de señalar que esa situación "se viene traduciendo en altos valores de entrada que, si bien con los ritmos de inflación actuales se licúan rápidamente, constituyen una barrera significativa para ingresar en un nuevo alquiler".

En tanto, un estudio elaborado por la Mesa de Estudio de Viviendas Vacías señala que unas 300.000 personas residen en villas y asentamientos, otras 7.500 están en situación de calle y un 35% de las familias pagan alquiler -al que destinan una porción importante de sus ingresos- para vivir en la Ciudad de Buenos Aires.

En la Capital Federal se suma otro fenómeno, que es que la desigual distribución del ingreso determina que una de cada diez viviendas se encuentre sin ocupantes, la mayoria en barrios como Puerto Madero, Palermo y Recoleta.