Por Juan Bernardo Domínguez.

La inflación de mayo último fue de 7,8% y se ubicó así 0,6 puntos porcentuales por debajo del dato de abril pasado, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Fue la primera vez en lo que va del año que se desaceleró el Índice de Precios al Consumidor (IPC).

Algunas consultoras privadas consideran que la tendencia persistirá y pronostican que el número de junio estará entre el 7%y el 7,3%. Es una estimación que manejan en Ecolatina, Focus Market y Fundación Libertad y Progreso, entre otras.

Consultado al respecto por cronica.com.ar, el economista Ricardo Eugenio Gerardi consideró que “es muy posible una desaceleración puntual de la inflación este mes, tal como lo plantean distintas consultoras privadas”.

El profesional, preguntado sobre el motivo de la aparente desaceleración inflacionaria, respondió que “se debería a la menor tasa de incremento en alimentos; en particular en verduras”.

En esa línea, según un relevamiento de la consultora privada LCG, en las dos primeras semanas de junio los precios de alimentos y bebidas se desaceleraron respecto del ritmo de mayo. El estudio precisa que, en la segunda semana de este mes, la suba de esos productos promedió 0,74%. Si bien representó una aceleración de 0,2% en relación a la semana previa, confirmó una tendencia de decrecimiento en relación a mayo último porque, según datos de esa consultora, los insumos de ese segmento habían aumentado hasta 3,6% en algunas semanas del mes pasado.

En las dos primeras semanas de junio los precios de alimentos y bebidas se desaceleraron respecto de mayo (Gentileza Consultora LCG).

Advertencias de los economistas: la desaceleración no habría llegado para quedarse

No obstante, tanto Gerardi como el especialista en economía Damián Di Pace y el economista Alberto Siglióccoli -también entrevistados este martes por cronica.com.ar- estimaron que la desaceleración no llegó para quedarse.

Las incertidumbres derivadas de la reticencia del Fondo Monetario Internacional para asignar a Argentina fondos adicionales a los correspondientes al repago de los vencimientos y las instancias del año electoral no permiten pronosticar una tendencia sostenida a la baja de la inflación”, advirtió Gerardi.

En el mismo sentido, Di Pace sostuvo: “La inflación encuentra un piso alto del 7% en junio y vamos hacia un tránsito para lo que resta del año con varios fundamentos para observar que es poco probable una desaceleración fuerte de la inflación”.

En principio, un tema que tiene que con lo monetario-fiscal: con un déficit fiscal todavía creciente, con una caída de la recaudación real que se financia con emisión monetaria que después se convierte en parte de ese déficit; y a su vez con una restricción externa muy fuerte y una escasez de reservas del Banco Central de la República Argentina, que hoy muestra contenido un tipo de cambio oficial y un equilibrio de la brecha en el orden del 100%”, especificó el especialista, director de la consultora Focus Market.

Y agregó: “Este último punto, en contexto eleccionario, podría alterar el ritmo inflacionario por la incertidumbre respecto de los próximos comicios”.

Siglióccoli, por su parte, también alertó que “la pequeña baja de junio respecto del mes anterior no significa que esto se consolide.

Lo más probable es que haya un rebote y, en julio, pero especialmente en agosto, septiembre y octubre, con las expectativas de las elecciones, vuelva nuevamente a subir, ya que los condicionantes fiscales y monetarios que alimentan la inflación siguen intactos”, estimó el especialista.

Y, por último, argumentó: “Se espera que, para la época de las elecciones, continúe tanto la emisión monetaria como la colocación de deuda y, además, estamos en unas semanas críticas con respecto al cierre del acuerdo con el Fondo Monetario y el organismo internacional está reticente a entregar a Argentina dólares frescos.

Por J.B.D.