Más allá del fuerte respaldo inicial que le dio todo el PRO a Gerardo Milman cuando fue involucrado en la causa por el atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, el paso de los días y de las novedades en la investigación parecen haber forzado a Patricia Bullrich -presidenta del partido y ex jefa de Milman en el Ministerio de Seguridad durante el gobierno de Mauricio Macri- a separarlo de dos funciones importantes.

Por un lado, Milman dejó de estar a cargo de la campaña presidencial de la propia Bullrich. Su reemplazante, al menos por un tiempo, será el legislador porteño Juan Pablo Arenaza, quien además de ser asesor de la ex ministra ya se ocupaba de coordinar las actividades proselitistas de su sector específicamente en la ciudad de Buenos Aires. Según dijeron dirigentes del PRO, puede que más adelante se designe a otra persona para coordinar las acciones a nivel nacional.

Por otra parte, Bullrich -en este caso posiblemente a instancias de Macri, quien sigue en Qatar- también pidió la remoción de Milman como vicepresidente del bloque en Diputados. En este caso, sería la cordobesa Laura Rodríguez Machado quien tome ese puesto, detrás de Cristian Ritondo que seguirá otro año como titular de la bancada.

Reaparición pública incómoda y desagrable

A fines de octubre, un testigo lo escuchó en el restaurante Casablanca decir el 30 de agosto "cuando la maten, yo estoy camino a la costa", y efectivamente se fue a una actividad partidaria en Pinamar. La frase es de dos días antes del fallido intento de asesinato a la vicepresidenta.

Ya en las semanas posteriores a que trascendiera la denuncia en su contra, Milman había dejado de participar en actos de campaña y presentaciones, e incluso redujo su actividad en el Congreso, tanto en el recinto de sesiones como en reuniones de comisión, incluyendo la Bicameral de Inteligencia, de la cual es miembro en calidad de vocal.

Su reaparición pública se dio en el contexto menos favorable: la polémica sesión en la cual el oficialista Frente de Todos (FdT) no pudo ni aprobar la contunidad de las autoridades de la Cámara ni aprobar algunos proyectos, entre ellos el de creación de nuevas universidades y todo terminó en escándalo. En el transcurso de esa jornada, cuando ingresó en el recinto, fue increpado diputados oficialistas que le gritaron "Milman entregá tu teléfono" y "Milman asesino".

Sin dudas, la exposición tanto del diputado como de sus asesoras que debieron volver a declarar en la causa del ataque a la vicepresidenta derivó en que desde el PRO consideraran conveniente bajarle fuertemente el perfil. Habrá que ver cómo sigue su situación en los próximos meses.