Guzmán sugirió a Georgieva accionar colectivamente ante la inflación internacional, la crisis distributiva y las deudas insostenibles
La directora gerente del FMI aseguró que para la Argentina "el gran riesgo es la inflación". El Ministro de Economía pidió encontrar mecanismos para atacar la disparada globlal de precios que afecta a miles de millones mientras otros obtienen ganancias extraordinarias.
Un resumen del panorama argentino que describió el ministro de Economía, Martín Guzmán, durante su exposición en la apertura de la Asamblea Conjunta del FMI y del Banco Mundial que se desarrolla en Washington puede ser el siguiente: "La Argentina vivió en 2021 una fuerte recuperación económica pero el desafío más complejo ha sido el problema inflacionario que se intensificó con la guerra. Ahora, la inflación y la crisis distributiva se ha convertido en una preocupación global".
“Kristalina (Georgieva), usted preguntó qué podemos hacer los hacedores de política para que nuestras sociedades no enfrenten un shock muy regresivo. Me voy a referir a tres asuntos sobre los que podemos llevar a cabo acciones tanto a nivel individual de cada país como colectivamente como comunidad global”, sostuvo Guzmán al responderle a la directora gerente del Fondo al que la Argentina le debe 45 mil millones de dólares desde 2018.
La titular del organismo hizo su propio diágnóstico antes de que Guzmán planteara los tres asuntos sobre los cuales accionar.
Para Georgieva y casi en espejo con el diagnóstico del gobierno argentino, el contexto mundial, de alta inflación y del fuerte impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania, derivó en una situación de que "enfrentamos una crisis tras otra. La guerra encima de la pandemia. Es como ser golpeado por otra tormenta antes de que nos hayamos recuperado de la última", graficó.
El Frente de Todos suele agregarle a la pandemia del coronavirus y al impacto inflacionario de la guerra, la crisis financiera y cambiaria del gobierno de Cambiemos (hoy Juntos por el Cambio) que derivó en 2018 en el préstamo del FMI.
"Enfrentamos una crisis tras otra. La guerra encima de la pandemia. Es como ser golpeado por otra tormenta antes de que nos hayamos recuperado de la última", graficó Georgieva.
A pesar del contexto adverso, Guzmán pudo enumerar en Washington cifras alentadoras del país en los últimos dos años: "Argentina ha tenido una fuerte recuperación de la actividad económica en el año 2021: el PIB creció 10,3%. Redujimos el desempleo de 13,1% a 7% a finales de 2021. Crecieron la inversión y las exportaciones. Estamos aumentando la actividad y la inversión se recuperó significativamente, hubo un crecimiento del 33%", repasó.
Sin embargo, reconoció que "el desafío más complejo, consistente con la historia argentina, ha sido el problema inflacionario y el contexto de la guerra en Ucrania ha intensificado las presiones".
El análisis de Guzmán ante las autoridades del Fondo es el mismo al expresado el último lunes en la Casa Rosada al anunciar medidas para recomponer los ingresos de los trabajadores y de los jubilados.
"Hay sectores de la economía que se benefician con ganancias extraordinarias inesperadas producto de la guerra y miles de millones de personas en el mundo que sufren las consecuencias de los aumentos de los precios", dijo en su discurso de la Asamblea Conjunta del FMI y del Banco Mundial.
"En el G20 debemos encontrar mecanismos para atacar la crisis distributiva que está padeciendo el mundo, de otro modo tendrá consecuencias sociales y políticas desestabilizantes y duraderas", propuso alineado al proyecto que ultima su gabinete en la Argentina para enviar al Congreso.
Sugerencia de Guzmán a Georgieva para afrontar el shock regresivo
Guzmán marcó en la Asamblea, primero, "la importancia de lidiar con la situación de inflación internacional. Hemos vivido una secuencia de eventos complejos a nivel global en los últimos dos años", afirmó.
"La pandemia que generó una caída tanto en la oferta como en la demanda global, implicando así una recesión internacional sin que haya presiones en los precios", explicó y sumó que "la respuesta a la pandemia incluyó una fuerte expansión de la demanda global sin que la oferta pudiese recuperarse a la misma velocidad debido a las fuertes disrupciones en las cadenas productivas".
Continuó: "la guerra en Ucrania ha perturbado aún más las cadenas productivas y que está generando tremendos impactos en los precios de los alimentos, la energía y los metales".
Entonces, sostuvo que "lo que el mundo está viviendo hoy es una crisis distributiva. Las ganancias extraordinarias por la guerra mientras miles de millones sufren, es distinto que una crisis financiera cuyos efectos desestabilizadores son más inmediatos. Pero los aumentos de la desigualdad tienen consecuencias sociales y políticas que persisten en el tiempo, y debemos actuar tanto individual como colectivamente".
Tras poner el acento en la inflación, Guzmán señaló cuál es a su entender el segundo problema global: La arquitectura financiera internacional y de deuda.
El ministro de Economía añadió que "el segundo punto tiene que ver con la deuda y qué podemos hacer de forma colectiva para paliar las situaciones de deuda insostenible que se van a vivir en el mundo en los próximos años".
"En 2020, conduje la reestructuración de deuda pública externa de Argentina que fue la segunda reestructuración de deuda soberana más grande de la historia, y de esa experiencia, lo que les puedo decir es que uno de los problemas más agudos es la falta de transparencia por parte de los acreedores", acusó.
"Típicamente en estos foros nos enfocamos en la transparencia del lado del deudor, pero los acreedores saben mucho más sobre el deudor que el deudor sobre los acreedores. No sabemos quién tiene la deuda, si los acreedores están protegidos por credit default swaps, la coordinación misma entre acreedores es compleja. Es fundamental mejorar la transparencia", sugirió.
Y en este marco, Guzmán resaltó: "el Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad, constituye un paso hacia adelante". Al respecto de esta esperada tercera línea de crédito del FMI con plazo de 20 años (en vez de los 10 actuales) a la que podría migrar la Argentina, Georgieva subrayó que como ayuda "están los $650.000 millones en DEG asignados el verano pasado, donde estos SDR han ayudado a nuestros miembros a responder a las crisis que enfrentan ahora, y harán aún más a largo plazo a medida que se canalicen hacia nuestro nuevo Fideicomiso de Resiliencia y Sostenibilidad, aprobado por nuestra Junta Ejecutiva" la semana pasada, y que será implementado desde mayo próximo.
Por último, el tercer punto destacado por Guzmán: "Tal como dijo recién el ministro de economía de Brasil Paulo Guedes, Argentina y Brasil estamos trabajando más de cerca, y trabajando juntos, podemos hacer un aporte significativo a la seguridad energética y alimentaria mundial, por lo que invito al mundo a estar atento a lo que ha estado sucediendo en nuestro continente".