El contador Daniel Pérez Gadín, investigado en la causa por lavado de dinero que se le sigue al empresario Lázaro Báez, declaró como testigo en el expediente en el que se investiga el supuesto espionaje ilegal en el penal de Ezeiza, donde a los pocos días de ser detenido recibió la visita de dos hombres que lo presionaron para que declarara en contra de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

“Necesitamos que usted declare que Báez es el testaferro de los Kirchner y que además aproveche que está con Báez y nos diga donde tiene plata escondida”, relató Pérez Gadín respecto al mensaje que le dieron los visitantes que se presentaron como miembros de “la fiscalía” a cargo de Guillermo Marijuan, algo que nunca pudo comprobar, dijo.

La declaración del contador, que transita sus días en prisión preventiva domiciliaria, se produjo días atrás ante los fiscales Cecilia Incardona y Santiago Eyherabide, que tienen delegada la causa por el supuesto espionaje ilegal que tramita ante los tribunales de Lomas de Zamora.

Pérez Gadín había sido detenido el 5 de abril de 2016, el mismo día que Lázaro Báez, y según relató la visita se produjo en la primera semana de su estadía en el penal de Ezeiza.

En esa oportunidad, dijo, lo sacaron de la habitación del Hospital Penitenciario Central en la que se encontraba y lo llevaron hasta otra donde lo estaban esperando los dos hombres vestidos de traje de los cuales dio las descripciones físicas, pero no los nombres porque no los tenía registrados.

Me viene a buscar alguien que viene con uniforme del Servicio Penitenciario Federal. Era primera hora de la tarde. A la mitad del pasillo entramos a otra habitación, había 3 camas y estaban estas dos personas vestidas de traje”, relató el contador y luego aseguró que le dijeron que “que si cooperaba con la fiscalía su situación se iba a modificar favorablemente”.

En ese contexto –relató-, pidió que lo llevaran a hablar con el fiscal, algo que no ocurrió, y sostuvo que no podía decir lo que le pedían porque no le constaba, ante lo que escuchó como respuesta: “Vos no estás entendiendo. No te das cuenta que las cosas cambiaron. No es grave que mientas en tu declaración”.

En la misma exposición, sostuvo que los visitantes le avisaron que “como muestra” de que no le estaban mintiendo, si él no hacía lo que le estaban indicando, su hijo (Sebastián Pérez Gadín) iba a ser procesado, algo que ocurrió días después.

La causa por lavado de dinero por la que fue detenido y procesado el contador de Báez se encuentra en las instancias finales del juicio oral y público: el fiscal del juicio, Abel Córdoba, reclamó para él los ocho años de prisión, mientras que para su hijo solicitó la absolución.

La semana pasada también brindó su testimonio el empresario Cristóbal López, quien este martes fue aceptado como querellante por el juez federal de Lomas de Zamora Juan Pablo Augé, que consideró que “surgen elementos probatorios” de la causa por el espionaje penitenciario ilegal “que lo haría parte ofendida”.

En su declaración testimonial, López sostuvo que durante el tiempo que pasó detenido en la cárcel de Ezeiza hablaba poco por teléfono (desde el teléfono público del pabellón) porque a los pocos días de su detención le advirtieron que “escuchaban todo”, a la vez que contó que algunas cosas que se hablaban dentro del penal luego “salían en los medios de comunicación” sin que nadie las filtrara.

“Un día nos sacaron a todos para una supuesta refacción y cuando volvimos le dije a mis compañeros: ‘hoy nos cablearon el pabellón. La gente que vino no era de mantenimiento y tampoco había nada refaccionar”, relató el empresario según se pudo reconstruir.