En la previa de la marcha federal universitaria, el cual se llevará adelante el miércoles 2 de octubre en defensa de la Ley de Financiamiento y que el Gobierno planea vetar, el vicerrector de la Universidad de Buenos Aires ( UBA), Emiliano Yacobitti, dijo que es un "reclamo desesperado"por parte de jóvenes estudiantes y docentes contra el desfinanciamiento de las casas de estudios estatales.

"La marcha de mañana (por el miércoles) es un reclamo desesperado de la comunidad universitaria porque la continuidad de la universidad está en jaque", dijo Yacobitti en los estudios de Crónica, y apuntó contra el Gobierno de Javier Milei y sus políticas en búsqueda del "déficit cero" y que por esa razón "viene desfinanciándola mes a mes".

En tanto, dijo que el Gobierno "no reconoce los ajustes necesarios para que los sueldos de los profesores universitarios y el resto de los trabajadores no se devalúen", quienes "sufrieron una baja de más del 40% del poder adquisitivo".

"El 80% de los profesores universitarios están cobrando entre 300 y 150 mil pesos", manifestó el ex diputado radical, por debajo de la canasta básica para una familia en la Ciudad de Buenos Aires. Además, detalló que los docentes eligen trabajar en las universidades privadas y que por esa razón la calidad de enseñanza se va perdiendo. "Te cuesta retener el plantel de los docentes", agregó.

Yacobitti consideró que "el Gobierno tiene que entender que la sociedad y la comunidad universitaria en general, sobre todo los estudiantes, tienen la vocación de manifestarse y es un derecho constitucional", remarcando que la convocatoria del último 23 de abril "fue multitudinaria". "Ojalá la marcha sea masiva, porque creo que eso le va a dar fuerza a un reclamo que es justo", remarcó.

"A nadie le gusta tener que reclamar. Los docentes universitarios y los estudiantes preferirían estar en las aulas ese día a la tarde tomando clases en lugar de tener que reclamar. Pero la situación está llegando a un límite", consideró el vicerrector de la UBA.

Y agregó: "El Gobierno, desde que asumió, ataca las universidades públicas y la educación pública en general, porque las considera centros de adoctrinamiento, porque dice que atentan contra el déficit fiscal, después de haber sancionado una ley donde se le bajan los impuestos a los más ricos".

Además, explicó que "el costo fiscal que tiene esta ley para actualizar los salarios de los universitarios, más los gastos de funcionamiento, más las partidas de ciencias técnicas, es solamente el 0,14% del PBI. Solamente eso se equipara a lo que se dejó de recaudar por bajarle el impuesto a los bienes personales que paga el 2% más rico de la población".