Después del 7,7% de inflación registrado en marzo pasado, los aumentos de precios se mantienen a ritmo constante. Esta dinámica impacta con fuerza en diferentes sectores, entre ellos los alimentos. Y allí, el pollo -un producto básico en la dieta de los argentinos- presenta un alto nivel de incremento. Desde que empezó el año trepó casi el 55% y superó las subas promedios de carne vacuna.

Según un relevamiento de cronica.com.ar, el cajón de pollo costaba $7.000 hace un mes y, en los últimos días, dio un nuevo salto y pasó a costar $11.500. El efecto de este aumento se trasladó a las góndolas, donde kilo subió de $480 a $780. Lo mismo ocurrió con el kilo de milanesa, que valía $1.800 y ahora sale casi 2.000 pesos. En tanto, el kilo de pata muslo se ubica en alrededor de $1.000.

Un informe del Centro de Economia Política de Argentina (CEPA) detalló, en ese sentido, el nivel de incremento en el precio del pollo. "A excepción de febrero de 2023, lleva 11 meses consecutivos con aumentos que superan las subas promedios de carne vacuna", indicó el texto.

"El indicador que suele representar este proceso y que vincula la evolución del precio del asado en relación con el precio del pollo, (la brecha de precios) muestra una baja desde el inicio del año que llegó a 2,87% en enero 2023, el valor más bajo de los últimos dos años", indicó Hernán Letcher, economista del CEPA. Y agregó: "En febrero, retomó una curva ascendente, llegando a 3,57% producto del fuerte aumento de la carne vacuna en relación al pollo y en marzo se situó en 3,09% debido al incremento del pollo".

Este escenario se sintió en los mostradores. “La gente sigue disponiendo de la misma cantidad de dinero, pero compra la mitad, porque es lo que le alcanza. Compra para el día a día, lo justo y necesario”, advirtieron a cronica.com.ar en una granja de la zona del oeste del Conurbano bonarense, donde explicaron que los aumentos en el kilo de suprema se debieron, también, al incremento de los huevos y el pan rallado.

“Acá no se salva nadie, esto es una bola de nieve que cada día se va haciendo más grande. La gente camina mucho y compra solo para el día a día, hace valer sus pesitos porque de otra manera no llega”, agregaron.