Leonardo Barone, hoy Director de Logística de Presidencia de la Nación, está en el ojo de la tormenta por no cumplir supuestamente con las condiciones para ocupar su cargo. Su función actual es la de seleccionar la flota y la tripulación con la que el presidente se traslada de forma aérea. Además, se descubrió un compromiso ético ya que por un lado de ser funcionario públic. y por el otro dirige una empresa.

Un par de años antes, Barone se desempeñó como copiloto de Alberto Fernández en la campaña que lo llevó a la presidencia. Una vez concretada la asunción del ex jefe de gabinete, el copiloto se transformó en Director Logístico de Presidencia. Según la documentación oficial, fue nombrado de forma “excepcional”, dado que no cumplía con los requisitos para el cargo. Además, según algunos expertos, es difícil de explicar como pasó rápidamente de ser copiloto de aviones de pequeña escala a convertirse en el comandante del avión presidencial.

Recordemos que las tres líneas en el uniforme son un sigo de los copilotos, una más y ya se vuelve un piloto. El 11 de marzo del 2017, el actual Director de Logística fue copiloto del Indio Solari pero en diciembre de 2019 ya posaba con un uniforme de cuatro líneas. “Es común fraguar las horas de vuelo para ascender más rápidamente. En Estados Unidos vas preso, pero aquí no pasa nada”, explicó el ex piloto de Aerolíneas Argentinas, Rogelio Cirigliano. Sin embargo, hace poco tiempo Barone aseguró que cuenta con 4.000 horas de vuelo de experiencia. 

Otro de los inconvenientes que enfrenta el ex copiloto es el de una presunta “falta de ética”. Esto se debe a que es funcionario público y a la vez es el CEO de la empresa Global Jet Aviation, la cual fue contratada en 2019 por Alberto Fernández.