En medio de la brusca caída en la producción manufacturera, el Gobierno le da gran importancia a lo que pueda ocurrir en la industria automotriz. El sector es considerado clave por la cantidad de empleo que produce de manera directa y también indirecta, a través de las fábricas de autopartes. Y también puede ser una fuente de generación de divisas a partir de la exportación de unidades.

Una muestra de la trascendencia que se le adjudica fue la reunión que este jueves mantuvo el ministro de Economía, Luis Caputo, con los directivos de las principales empresas de Argentina. Entre los ejecutivos que visitaron el Palacio de Hacienda se encontraban los de las firmas FCA, Ford, GM Argentina, Iveco, Mercedes Benz (en su división autos y también camiones y buses), Nissan, PSA, Renault, Scania, Toyota y Volkswagen.

También participaron de la reunión directivos de Adefa, la Asociación de Fabricantes de Autos, que agrupa a todas las terminales radicadas en el país.

En la reunión se analizó la situación del sector automotor, según se informó desde el Palacio de Hacienda. El ministro Luis Caputo fue enfático en trasladar la visión ofcial sobre la necesidad de mejorar la productividad, tanto para el mercado interno como para el externo. Eso permitirá abaratar los costos finales de cada unidad y mejorar las perspectivas de venta, tanto en el país como en el exterior.

Producción de autos en la Argentina: qué marca el último informe de Adefa

 

Como la mayoría de las actividades productivas en la Argentina, el sector automotriz se vio afectado por la devaluación de 118% que dispuso el gobierno de Javier Milei a pocos días de empezar su gestión. El hecho encareció fuertemente todos los insumos importados y se terminó trasladando en casi su totalidad al precio final de los vehículos.

El sector automotriz se destaca por la gran cantidad de empleos que genera.

De la misma manera, las ventas también quedaron disminuidas por un doble efecto, el del aumento en los precios y la reducción en el poder adquisitivo de los compradores, que desalentó muchas operaciones.

De acuerdo al último informe de Adefa, en marzo salieron de las plantas 43.159 unidades, cifra 29,4% más baja que en el mismo mes de 2023. Considerando el trimestre enero-marzo, la caída fue de 23,2% con relación al mismo período del año pasado.


En tanto, las ventas de las fábricas a las concesionarias bajaron un 20,8% interanual en marzo: se entregaron 30.176 vehículos. En el acumulado del primer trimestre la reducción con 2023 fue de 12,1%.

La caída en la producción también provocó un derrumbe en las exportaciones: según Adefa, se vendieron al exterior 23.484 unidades, un 27,6% menos que el año pasado. La comparación del primer trimestre del año también arrojó una baja de 7,9%.