El arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, se hizo eco de la situación social que vive el país y aseguró que las medidas de ajuste que lleva adelante el presidente Javier Milei "afectan a los sectores más vulnerables y a los más pobres".

"Desde hace años vengo diciendo que la inflación es el impuesto de los pobres y creo que la Argentina tiene esta enfermedad que no se termina de ir nunca, del mismo modo que sabemos que el ajuste afecta a los sectores más vulnerables y a los más pobres", señaló en declaraciones radiales.

En la misma línea, utilizó una expresión del Papa Francisco para indicar que hace falta "construir y tener una economía de rostro humano", por lo que remarcó: "Me gusta aquella expresión de Francisco, cuando nos convocaba a tener una economía con rostro humano. Tenemos que ponerle rostro humano, nuestros hermanos que más sufren tienen nombre y apellido, son hermanos, no podemos ser indiferentes. Los ajustes y todo lo que estamos viendo en este tiempo afecta a los más pobres y es duro", sostuvo.

"Quizás este tiempo es para tragar un jarabe muy amargo, para pasar y curarnos. El tema es que algunos, después del jarabe amargo, tenemos un caramelo para sacarnos ese sabor de la boca, pero otros no tienen esos caramelos y son los que quedan afuera, para siempre", puntualizó además.

En otro pasaje del reportaje, el arzobispo de Buenos Aires ratificó el mensaje esperanzador que ofreció durante el fin de semana en una homilía en la Catedral Metropolitana, ante más de mil jóvenes de todo el país. Allí les pidió a los jóvenes que están desilusionados que no se vayan del país y hagan todo lo posible para construir la Argentina que desean.

Por su parte, el arzobispo pidió que se "tenga en cuenta a los más pobres", y habló también del impacto del narcotráfico en la sociedad. "La droga es un negocio, por eso hablamos de los narcos como los mercaderes de la muerte", indicó.

"Por un lado está la oferta y, por otro, la demanda. Hay una gran oferta de droga de una organización criminal, que es lo que se está tratando de frenar, pero también hay mucha demanda. Los pibes cuando no tienen un sentido en sus vidas y su angustia existencial es profunda, muchas veces la adormecen con droga", se lamentó.

Asimismo, subrayó: "Acá hay oferta y demanda. Creo que estamos llegando a situaciones límite con respecto a la violencia, creo que es importante la presencia del Estado y los que saben de seguridad sabrán cuál es la política a aplicar". "Hablamos de complicidad de gente poderosa, de lavado de dinero, si no esto hubiese sido insostenible a lo largo del Estado", alertó.

"Como Iglesia estamos acompañando en la asistencia con los Hogares de Cristo, a quienes van siendo las víctimas", concluyó el arzobispo.

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