El Producto Bruto Interno ( PBI) registró un desplome del 5,1% durante el primer trimestre del año en relación al mismo período del año anterior, según informó el Indec. Se trata de la mayor contracción de la actividad desde el tercer trimestre de 2020, en plena pandemia.

De acuerdo a las cifras oficiales, en los primeros tres meses del año hubo una baja de 2,6% respecto del cuarto trimestre de 2023, en la medición desestacionalizada. De este modo, la economía acumuló dos trimestres consecutivos de caída del producto, en un contexto de descenso en el consumo y de la producción industrial.

En el cuarto trimestre del año pasado, el PBI había retrocedido un 1,4% interanual. 

De los cuatro componentes que integran el PBI, solamente las exportaciones mostraron un crecimiento interanual del 26,1% y del 11,1% respecto del trimestre anterior.

El informe del Indec detalla que, entre los componentes de la demanda, la mayor caída se produjo en la Formación bruta de capital fijo, es decir la inversión, con 23,4% interanual y las importaciones que cayeron un 20,1%.

En lo que respecta a la actividad, los principales descensos se registraron en Construcción (-19,7%), Industria manufacturera (-13,7%) y las actividades de Intermediación financiera (-13,0). En tanto, crecieron los de Agricultura, ganadería, caza y silvicultura (10,2%).

Además, el consumo privado cayó un 2,6% y el público un 0,8% de forma interanual. En relación con el mismo trimestre de 2023, los números fueron peores: consumo privado (-6,7%), consumo público (-5%).

Entre los factores que incidieron en la caída del PBI durante el primer trimestre, se destacan la devaluación del tipo de cambio en diciembre, la inflación del 57,3% acumulada en los primeros tres meses del año y la caída del poder adquisitivo de salarios y jubilaciones, que impactó en el consumo.

A su vez, el ajuste del Gobierno sobre el gasto público, se reflejó en la contracción del consumo privado.

Las proyecciones económicas para el resto del año, según el Fondo Monetario Internacional (FMI) no son alentadoras. El organismo pronosticó que el producto bruto interno argentino caerá un 3,5% en 2024. Así lo hizo en su último staff report sobre el país, donde si bien se anticipa un rebote del 5% para 2025, también advirtió sobre los riesgos de una recesión más prolongada de lo esperado, que podría generar tensiones sociales.