El Gobierno nacional expresó el "profundo pesar" por "las consecuencias desastrosas" que ocasionó en Japón el sismo de magnitud 7,6. Según detalló un comunicado de Cancillería, hay ocho argentinos residentes en zonas aledañas al epicentro del fenómeno natural que "se encuentran bien".

"El pueblo y el Gobierno de la República Argentina expresan su profundo pesar por las consecuencias desastrosas -con pérdidas de vidas humanas, daños materiales y de infraestructura-, ocasionadas como consecuencia del sismo de magnitud 7,6 con epicentro en la región de Noto, prefectura de Ishikawa, isla central de Honshu", indicaron desde Cancillería a través de un comunicado.

Además, el Gobierno añadió que nuestro país "manifiesta su sincera solidaridad con las autoridades y el pueblo de Japón, y sus deseos de pronta recuperación para los heridos y familias lesionadas en esta tragedia".

Cabe señalar que hasta el momento, la embajada argentina en Tokio tomó contacto con ocho argentinos residentes en zonas aledañas, tres de ellos de Ishikawa, y esas familias "se encuentran bien".

Los fallecidos por el sismo en Japón

Por otra parte, debemos mencionar que Al menos 48 personas murieron como consecuencia de los violentos sismos registrados en Japón, informó este martes un responsable local.

Un funcionario de la prefectura de Ishikawa, que habló bajo condición de anonimato, dijo a la agencia AFP que "el número de muertos ha ascendido a 48". 

El sismo de magnitud 7,6 golpeó en la península de Noto, en la isla principal de Honshu y se estima que el número de fallecimientos podría ir creciendo con el correr de las horas, ya que hay muchas personas atrapadas.

"Se han confirmado daños muy cuantiosos, incluidas numerosas víctimas, edificios colapsados e incendios", declaró a periodistas el primer ministro Fumio Kishida tras una reunión de respuesta al desastre. "Tenemos que correr contra el tiempo para buscar y rescatar a las víctimas", agregó. 

Mientras tanto, las tomas aéreas mostraron la devastación de un incendio en el puerto de Wajima, donde colapsó un edificio de siete pisos. Al mismo tiempo, casi 45.000 casas están sin electricidad en la zona, que registró temperaturas heladas durante la noche, dijo la empresa eléctrica.

Kishida sostuvo que "a medida que pasa el tiempo, el efecto del desastre se vuelve cada vez más claro" y advirtió de que "salvar las vidas de las víctimas del desastre es una carrera contra el tiempo".