La famosa grieta entre el Gobierno nacional y la oposición no sólo se ve en lo que respecta a lo político, económico o sanitario, sino que la educación también es un ítem que parece dividir las aguas entre ambos.

Es que la administración de Alberto Fernández propuso en el Consejo Federal de Educación una iniciativa que suprimiría la repitencia en el ciclo lectivo 2021, al igual que sucedió el año anterior, aunque la medida fue cuestionada por el gobierno de la Ciudad y abrió un nuevo capítulo en la puja entre unos y otros.

La información fue confirmada por el ministro de Educación, Nicolás Trotta, en una entrevista con el programa La Rosca, en TN, donde detalló cómo es la propuesta oficial: “Queremos extender el concepto de unidad pedagógica, donde haya un encuentro en pequeños grupos entre la maestra, el profesor y los estudiantes que tengan la figura de promoción acompañada”

“¿Qué estamos planteando nosotros en la excepcionalidad de la pandemia? Los aprendizajes que quedaron pendientes hay que reorganizarlos con la propuesta de este año. Intensificar los aprendizajes no se traduce en ver lo mismo más rápido, es una propuesta pedagógica distinta, que tiene que garantizar esos aprendizajes con una propuesta distinta en cuanto a los contenidos”, agregó el ministro.

El argumento que plantearon los funcionarios ante el Consejo Federal de Educación giró en torno a que “el 2021 también fue el año de la pandemia”, y las modalidades virtuales y presenciales fueron intermitentes en distintos lugares de la Argentina de acuerdo a su situación epidemiológica.

Clases presenciales y la posibilidad de repetir: respuesta de la Ciudad

En tanto, desde la Ciudad de Buenos Aires cuestionaron la medida ya que la ministra Soledad Acuña sostuvo que, a diferencia de 2020, este año la pandemia permitió mayor presencialidad en las aulas y la única excepción fue la semana de confinamiento estricto.

Por eso, cuestionó la idea de volver a establecer unidades pedagógicas: “Sí se considera nuevamente como un ciclo, lo que se está diciendo es que no habría repitencia, que todos los chicos pasan igual. Para poder tomar esa decisión se tiene que votar en el Consejo Federal Educativo, no es una decisión que puede tomar de manera unilateral el ministro Trotta”.

Soledad Acuña, en contra de la medida del Gobierno nacional (Archivo).

“Nosotros a priori, y a otros provincias que también lo manifestaron, no estamos de acuerdo con esto. Ya no solo no evaluamos, sino tampoco consideramos ni les decimos a los chicos lo que necesitan aprender, da lo mismo. El año pasado, los invito a que hablen con cualquier rector de una escuela secundaria y pregúntenles qué pasó una vez que se tomó la decisión de tener una unidad pedagógica entre los dos años. El año pasado tenía sentido porque no tuvieron presencialidad ninguno de los chicos de la Argentina y veníamos de un año muy particular”, planteó Acuña.

Según Acuña, esta decisión generó desgano en los estudiantes: “Los chicos dejaron de conectarse a los zoom, los chicos dejaron de estudiar, porque total pasaban. Es un desincentivo absoluto para los chicos para seguir estudiando, porque total no hay consecuencias. Estudio o no estudio, da lo mismo paso de año o paso de grado”.

La funcionaria sostuvo que “se puede tomar una medida de esta excepcionalidad en un año donde tuvimos una excepcionalidad como la que tuvimos. Ahora un año y medio después, no podemos estar hablando de lo mismo, significa que no aprendimos nada, que no pudimos hacer nada para compensar las diferencias de oportunidades de aprender”.

“Cada día en la escuela cuenta. Lo que no aprenden hoy va a significarles trayectos educativos con dificultades a lo largo de sus estudios. En el mediano plazo van a ser adultos con un trabajo que no le genere una remuneración acorde, que van a ser adultos que tengan problemas de empleo. No podemos seguir engañando a los estudiantes y decirles que están aprendiendo cuando no están aprendiendo”, finalizó diciendo la ministra porteña.