En total es una paquete de 650.000 millones de dólares que el Fondo Monetario Internacional repartirá entre sus socios para mitigar el impacto del Covid-19 en la economía mundial. La titular de ese organismo de crédito, Kristalina Georgieva, consideró que será el reparto global más grande la historia.

De esa cifra increíble, la Argentina recibirá 4.300 millones de dólares; que se depositarán el 23 de agosto en las arcas del Banco Central. El Gobierno del presidente Alberto Fernández necesitará ese desembolso para afrontar parte de los pagos de la deuda que debe hacer en los próximos meses. 

De acuerdo con el cronograma previsto, la Argentina deberá pagarle al FMI entre septiembre y diciembre un total de 3.767 millones de dólares. A esto se suma, parte del pago pendiente al Club de París.

La decisión de hacer este aporte global multimillonario se tomó en el FMI el lunes pasado. En un comunicado del Fondo, Georgieva consideró que "es una decisión histórica; una inyección de ánimo para la economía mundial en medio de una crisis sin precedentes”. 

¿Qué pasa con la inflación. 

La ayuda que vendrá del FMI terminaría en el FMI porque se utilizaría para afrontar los compromisos de la deuda 2021, ya que con una economía aún no recuperada pareciera dificultoso generar esa cantidad de dólares excedentes para pagar. 

La necesidad de contar con esos dólares (en el caso de que el desembolso no se hubiera aprobado) podría generar más pulseadas del mercado para que suba la cotización del dólar blue, que es el que funciona como referente para fijar los precios.

Una suba del valor del dólar blue generaría más tensión sobre la inflación 2021 argentina. En este contexto, el desembolso de los 4.300 millones de dólares del FMI descomprimiría las tensiones en torno a la suba de precios. 

El Gobierno de Fernández apuesta a contener la inflación y a motorizar el consumo en lo que resta de año de la mano de medidas como la reapertura de paritarias, el bono de $ 5.000 a los jubilados y el Nuevo Ahora 12.

¿En qué se usará la plata?

Si faltaran los dólares para pagar la deuda el país entraría en default; es decir en cesación de pagos, algo que justamente este mismo año se evitó cuando el Gobierno logró cerrar un acuerdo con los bonistas

Pero hubo un fuerte debate dentro del oficialismo sobre el destino de esos fondos que aterrizaran el 23 de agosto. En el acto de cierre de listas, la vicepresidenta Cristina Kirchner señaló que se habilitará la utilización de esa plata para pagar deuda. 

En paralelo a esta ayuda, el ministro de Economía, Martín Guzmán, volvió a confirmar que se sigue renegociando con el FMI el préstamo que firmó el anterior gobierno de Mauricio Macri y que hay que devolver. 

El titular del Palacio de Hacienda también señaló que ese nuevo acuerdo llevará más tiempo del previsto, en un año de elecciones legislativas, y que la economía comienza a remontar.

Por A.G.