El Fondo Monetario Internacional ( FMI) dio a conocer este martes sus proyecciones de inflación y de crecimiento económico para la Argentina en 2023. Por un lado, señaló que la suba de precios alcanzará el 88%. Y por el otro, indicó que el PBI finalizará con una leve mejora del 0,2%, por lo que descartó una recesión.

El organismo de crédito publicó esas previsiones en su último informe de Perspectivas Económicas Mundiales. "La razón de por qué tenemos esa proyección a la baja tan grande en el PBI para 2023 es por la sequía masiva que tiene un enorme impacto en la economía y provocará la revisión a la baja, de manera transitoria, aunque para 2024 se espera que será 2%", explicó el economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas 

A su vez, Petya Koeva Brooks, del departamento de investigaciones del FMI, acotó sobre la Argentina: "Vimos desaceleración marcada en 2022 y esperamos que se traslade a 2023, más el impacto de la sequía de este año que fue significativo".

En cuanto a la inflación, el FMI redujo el número del 94,8% experimentado en 2022 al 88%. "Las presiones de la inflación subyacentes siguen presentes y, en parte, ello es debido a que las expectativas inflacionarias no están ancladas", analizó Brooks. 

"Esperamos (que la inflación) se mantenga en niveles muy elevados, lo que da lugar a otra pregunta, de sobre qué es lo que hay que hacer para combatirla, y de ahí la importancia de las políticas macroeconómicas, de que se tengan políticas monetarias contractivas y estrictas que vayan de acuerdo con lo que hay en el programa con el FMI, y que serían de especial importancia para revertir la situación", completó la economista.

El dato fue en línea con las modificaciones realizadas en la cuarta revisión del programa argentino con el Fondo, que se aprobó hace diez días y permitió un desembolso de US$ 5.400 millones.

Además, la cifra del FMI se ubicó por debajo de las proyecciones privadas: el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), publicado por el Banco Cental, situó en 110% al incremento del índice de precios al consumidor proyectado para el año. 

Para el Fondo Monetario, en tanto, "la economía mundial se encuentra una vez más en un momento de gran incertidumbre, con los efectos acumulativos de la últimos tres años de shocks adversos, en particular, la pandemia de Covid-19 y la invasión rusa de Ucrania, manifestándose de formas imprevistas. estimulado por demanda reprimida, y persistentes interrupciones en el suministro".

"Los precios de las materias primas se disparan, la inflación alcanzó varias décadas máximos del año pasado en muchas economías, hizo que los bancos se endurezcan agresivamente con sus políticas para traerlo de vuelta hacia sus metas y mantener ancladas las expectativas de inflación", con consecuencias negativas que aún se resentirán en la economía global", agregó el organismo de crédito.