El Consejo Federal de Educación decidió este martes por unanimidad que los alumnos deberán tener aprobado el 70% de los contenidos curriculares para poder promocionar de grado o año. Este porcentaje tendrá en cuenta también la participación de los estudiantes en las actividades escolares, tales como clases, tareas y evaluaciones, con criterios definidos.

Un punto que destacaron los ministros de las 24 jurisdicciones, a la hora de sellar el acuerdo, fue que para promocionar el primer ciclo de primaria (de primero a tercer grado) será necesario que los chicos hayan completado su alfabetización inicial. O sea, que sepan leer y escribir con cierta fluidez.

Encabezado por el ministro de Educación, Nicolás Trotta, el CFE estableció, además, un acuerdo de trabajo pedagógico para el segundo semestre del año, con el objetivo de incrementar el tiempo de enseñanza, fortalecer la presencialidad y los aprendizajes en todo el territorio.

La idea es que los estudiantes que hayan tenido trayectorias intermitentes o de baja intensidad, debido a la implementación de clases virtuales por la pandemia de coronavirus, y que necesitan más tiempo y más acompañamiento para apropiarse de los aprendizajes requeridos, tengan instancias específicas de intensificación de la enseñanza.

En este aspecto se incorporan los períodos especiales de dictado de clases en febrero de 2022, con los estudiantes que terminen sala de 5 en el nivel inicial, sexto o séptimo grado de la primaria; y quinto, sexto o séptimo año de la secundaria. Para alcanzar estos acuerdos, las provincias deberán finalizar al 31 de agosto un relevamiento de las trayectorias escolares del alumnado.

En ese relevamiento, los distritos tendrán que "identificar de manera precisa a aquellos que tuvieron continuidad sostenida, a quienes presentaron trayectorias intermitentes y a quienes alcanzaron una vinculación de baja intensidad". También se deberá contar con un registro nominalizado de estudiantes desvinculados.

Durante la reunión, el ministro Trotta destacó el trabajo a partir de una agenda federal “que construímos horizontalmente entre todos los que estamos aquí, que refleja la diversidad de realidades que transita la Argentina. Esto implica consensos y el desafío de trascender a nuestras gestiones educativas para transformarse en políticas verdaderamente de Estado, siempre a través del proceso de escucha de todos los actores del sistema".

“Debemos desplegar como sistema educativo los mayores esfuerzos, en términos de inversión educativa y de respuesta necesaria, para fortalecer las trayectorias de los estudiantes que han tenido intermitencia o menor intensidad en su vínculo con la escuela. Por eso, uno de los puntos centrales es garantizar e. derecho a la educación en cabeza del Estado nacional a partir de estas asambleas”, finalizó Trotta.