La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner expuso su propia defensa en la última jornada de su alegato en el juicio que la tiene como acusada por la obra pública de Santa Cruz por parte de los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola, quienes pidieron que se la condene a 12 años de cárcel y a inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.

"No se puede creer cómo y por qué se ha llevado este juicio adelante", comenzó su alegato la vicepresidenta, para luego realizar un formal pedido para que "se extraiga testimonio de todas y cada una de las mentiras de los fiscales" contrastadas con las pruebas y testimonios que se presentaron en el juicio.

"Estoy ejerciendo el derecho que me concede el artículo 104 del Código de Procedimiento Penal", remarcó al mencionar que lo hace en caracter de acusada y abogada. Allí recordó que le denegaron el derecho de ejercer su defensa tras la incorporación de pruebas durante el alegato del fiscal Luciani.

En este contexto, en la exposición que se llevó a cabo vía Zoom desde su despacho en el Senado de la Nación, la vicepresidenta aseguró además que  que “se montó una fábula" para traerla "de los pelos a este juicio”.


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Cristina también recordó que “jueces y fiscales de este juicio jugaron al fútbol en la quinta de Mauricio Macri”, al hablar en su defensa en la última jornada de alegatos en el proceso oral y público 

“Seguí las exposiciones en vivo y en directo y sentí que era como estar en una serie, donde finalmente se encuentra la verdad que es el deber de los juicios, los jueces y los fiscales”, dijo la vicepresidenta, donde señaló que la acusación "viola el artículo primero de la Constitución".

Asimismo sostuvo que "es absurdo y raya lo ridículo" que este proceso judicial acuse a los gobiernos kirchneristas de 2003 al 2015 de configurar "una asociación ilícita" y mas tarde aseveró: "Fuimos elegidos por el pueblo, no somos una asociación ilícita".

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Asimismo, la vicepresidenta insistió en denunciar las "mentiras, calumnias y difamaciones" que formaron parte de la acusación en su contra. En este marco, felicitó a sus abogados por cómo desmontaron "las increíbles mentiras que desarrollaron los fiscales Mola y Luciani" y aseguró que "quedaron a la luz del día las arbitrariedades que se han cometido en este juicio".

Luego, recordó la causa que se abrió por una supuesta reunión que ella mantuvo con el juez Sebastián Casanello, acusación que finalmente fue desestimada, y la comparó con el tratamiento que se dio a las reiteradas reuniones y vínculos entre Mauricio Macri y varios jueces y fiscales.

En esa línea, recordó que se demostró también la falsedad de una supuesta reunión que los fiscales afirman que mantuvo con el empresario Lázaro Báez.


"Estamos ante un claro caso de prevaricato"

Tal como ya lo había denunciado cuando el tribunal impidió ampliar su declaración, Cristina apuntó que "en un ejercicio histriónico, el fiscal Luciani dijo que miró las 9 mil fojas del expresidente sobre las llamadas del celular del exsecretario de Obras Públicas (José) López, se le pasaron más de 400 llamados telefónicos de (Luis) Caputo, hermano de la vida de (Mauricio) Macri, y ahí sí se denotaba una gran familiaridad con López".

"En este mismo tribunal fiscales y jueces juegan al fútbol con el expresidente en su quinta Los Abrojos. Y eso a nadie le parece extraño", lanzó la Vicepresidenta. "Estamos ante un claro caso de prevaricato", agregó. “Vivo en estado de sitio permanente porque mis garantías constitucionales están suspendidas desde el 10 de diciembre de 2015”, agregó la exmandataria en su alegato.

“Un Gobierno elegido por el pueblo no puede ser una asociación ilícita” 

Finalmente, concluyó que “un Gobierno elegido por el pueblo no puede ser considerado como una asociación ilícita” y evaluó que los jueces y fiscales que intervienen en el juicio "creen que son más que nosotros y pueden juzgar todo".

Previamente, Carlos Beraldi, uno de los abogados de Cristina en esta causa, afirmó que la expresidenta "jamás impartió ninguna directiva vinculada" a las 51 obras públicas en Santa Cruz. "Qué está probado en este juicio? Que Cristina Fernández de Kirchner jamás impartió ninguna directiva vinculada a estos casos que acá se investigan", cerró Beraldi en la tercera y última jornada de su alegato.