Escándalo en Brasil tras las revelaciones de Fabio Wajngarten, ex secretario de Comunicaciones del presidente, Jair Bolsonaro, que denuncia que el Gobierno local demoró dos meses en responder una carta del laboratorio Pfizer ofreciendo vacunas contra el coronavirus y que él mismo realizaba negociaciones a espaldas del Ministerio de Salud con la compañía estadounidense.

Antes de declarar, al jurar decir la verdad en el Senado, el ex funcionario dijo que es guiado por los pastores electrónicos evangelistas oficialistas Silmas Malafaia y Romildo Soares. En tanto, fue convocado porque en dialogó con la revista Veja dijo que había "incompetencia" del Ministerio de Salud dirigido por el exministro Eduardo Pazuello, general del Ejército.

Cabe recordar que Wajngarten, que fue reemplazado de sus funciones el mes pasado, reconoció que el último 9 de noviembre, informado por el dueño del canal Rede TV, accedio a una carta de Pfizer enviada a Bolsonaro, a su vicepresidente Mourao y a los ministros de Economía y de Salud en la cual ofrecian negociar las vacunas para inmunizar a todo Brasil.

Las declaraciones tuvieron lugar durante una sesión de la comisión parlamentaria en la que se investiga al Gobierno brasileño y su accionar en la pandemia. Por su parte, el ex secretario es considerado un extremista de bolsonarismo, y hasta recibió una amenaza de prisión acusado  por supuestas mentiras que utilizó para blindar a Jair Bolsonaro.



Según Wajngarten: "Yo me movilicé y llamé al CEO de Pfizer porque estoy a favor de la vacuna y le informe de inmediato al presidente". "De alguna manera fui el chofer de Pfizer en Brasil, era la mejor vacuna en la época", agregó.

En tanto, la carta fue enviada el 12 de setiembre y ofrecía vacunas a Brasil, pero el gobierno de Jair Bolsona ro nunca les respondió.

El ultraderechista, además indicó que "para ayudar al pueblo" se reunió tres veces con el CEO de Pfizer por iniciativa propia.



Para esta instancia, el senador Renán Calheiros, relator de la comisión, advitiró al ex secretario con detenerlo de continuar mintiendo, porque decía que el presidente estuvo mal asesorado en el tema vacunas.

El exsecretario negó que Bolsonaro se haya posicionado contra las vacunas y argumentó que el mandatario destinó unos 4.000 mil millones de dólares para la compra de dosis y siempre aclaró que aceptaría la inmunización que fuera autorizada por el ente regulador Anvisa.

Por otra parte, ante el Senado dijo que la incompetencia no era del ministro sino de la "burocracia" y la comisión anunció que pedirá a la revista Veja la grabación de la entrevista, la cual motivo a su sitación judicial.



La comisión investiga las irregularidades del gobierno frente a la pandemia, que ya causó más de 450.000 muertes en Brasil.

Dos exministros de Salud, Luiz Mandetta y Nelson Teich, y el titular del ente regulador Anvisa, el almirante bolsonarista Antonio Barra Torres, afirmaron que el gobierno impulsaba a la cloroquina como un remedio contra la Covid-19 pese a su falta de eficacia.

La comisión puede realizar un informe al fin de los 100 días de investigación y elevarlo a la fiscalía general como una denuncia en caso de que encuentre delitos.

Bolsonaro repudió a la comisión y defendió el uso de la cloroquina. "Yo tomé cloroquina y me hizo bien", sostuvo.