En julio del año pasado, mes que Argentina cerraba con 185.000 personas contagiadas (cifra que hoy llega a 1,8 millón) la Nación empezaba con la gestión de las compras de vacunas contra el Covid-19. La carrera por conseguir las primeras dosis daba los primeros pasos, y la incertidumbre del mercado ponía en jaque toda negociación política. A la fecha el país tiene contrato cerrado con tres grandes cadenas y según el cronograma de entregas para mediado de año las vacunas treparán a 51.431.000.

Según el cronograma que maneja el Ministerio de Salud, el reparto de las vacunas del Instituto Gamaleya (Federación Rusa) se divide en tres etapas: 300.000 en diciembre; 5.000.000 en enero; y 14.700.000 en marzo. El total trepa a veinte millones.

Para el mes de julio, Alberto Fernández espera recibir 9 millones de vacunas de Covax, el Fondo de Acceso Global, una coalición de 172 países. Aún no divulgaron como será la entrega mensual.

Y empresa farmacéutica de Reino Unido, AstraZeneca (cuyo contrato trepa a unas 22.431.000 de dosis, vacuna que requiere, al igual que la Sputnik de una doble inyección) enviará en marzo 1.191.000; en abril 4.635.500; en mayo la misma cantidad; en junio 3.451.000; y en julio desembolsará el mayor número: 8.518.000.

Con estas cifras, el plan del gobierno es vacunar a unas 25 millones de personas mayores de 18 años durante el 2021. Esto equivale al 85% de esta población.

Alberto y Ginés encabezan las negociaciones (Nahuel Ventura).

En el mientras tanto, Ginés González García, Carla Vizzotti y Cecilia Nicolini, bajo la órbita de Fernández, continúan negociando con Pfizer (Estados Unidos), la belga Janssen (requiere la aplicación de una sola dosis), Butantan/Sinovac Biotech, la china Sinopharm, y Moderna.

El universo de grupos priorizados que detalló Nación alcanza a casi 15 millones de personas: 821.394 trabajadores de la salud; 7.414.866 de 60 años o más (167.936 en las 5.173 residencias de adultos mayores); 493.727 Fuerzas Armadas y Fuerzas de seguridad; 4.063.968 entre 18 y 59 años de edad con comorbilidades. 1.417.310 personal de educación (primario, secundario y terciario); y 266.034 otros, como personal esencial del Estado y docentes universitarios.

El inicio de la vacunación fue en los grandes aglomerados urbanos “donde la evidencia indica que se presenta una mayor proporción de casos confirmados, con transmisión comunitaria sostenida y las mayores tasas brutas de mortalidad”, resumieron desde la cartera sanitaria.

“La vacuna será provista por el Estado Nacional para todos los que integren la población objetivo definida, independientemente de la cobertura sanitaria”, detallaron desde Salud, donde resaltaron que “la vacunación será en etapas, voluntaria e independiente del antecedente de haber padecido la enfermedad”.

El despliegue alcanza a las Fuerzas Federales (con la seguridad en el traslado y almacenamiento), a las Fuerzas Armadas (logística en la distribución), y a los ministerios de Desarrollo Social y Educación, que aportaron recursos humanos “para ejercer la función de vacunadores, registradores u orientadores”, detalló Salud.

El acuerdo con Rusia es de 20.000.000 de vacunas.

El país cuenta con 116.000 integrantes en los equipos de vacunación, número que se ampliará con 10.000 personas más tras un acuerdo con 54 universidades. Actualmente hay unos 7.749 centros acondicionados para vacunar. Su gran mayoría (5.715) están armados para vacunar con 2 a 8°C. Casi 1.900 tienen freezer a -18°C; y 56 establecimientos con sistemas de alta tecnología para almacenamiento de ultra frio.

La estrategia del gobierno nacional se divide en tres: vacunar en centros de salud; en escuelas o polideportivos (para grandes aglomerados); y a domicilio o en instituciones cerradas, para quienes están en residencias o para personas con limitaciones motrices.

L.B.