Coronavirus: crece la incertidumbre por la situación sanitaria a nivel nacional
El incremento de contagios registrado en las últimas semanas en el país generó la aplicación de restricciones en algunas provincias y la evaluación constante en otros distritos, lo que torna muy incierto el futuro respecto de la actividad económica, del panorama social y del inicio del ciclo lectivo, entre otros aspectos.
El rebrote de casos positivos de Covid-19 en gran parte de la Argentina volvió a instalar el clima de incertidumbre general que se vivió sobre todo en los primeros meses de la pandemia, cuando la absoluta prioridad puesta en evitar los contagios hacía preguntarse a muchos hasta cuándo se iba a aguantar un país virualmente paralizado en lo económico.
La sensación de "luz al final del túnel", que muchos experimentaron con el paulatino descenso de casos desde octubre en adelante y con la aprobación a nivel mundial de las primeras vacunas contra el coronavirus, comenzó a disiparse cuando los partes diarios confirmaron el aumento de contagios, algo que se temía a partir de las masivas concentraciones en lugares comerciales y en reuniones nocturnas clandestinas, además de algunos festejos puntuales de clubes grandes de la Argentina y el caso tan particular desde donde se lo mire que fue el velorio de Diego Armando Maradona.
Restricciones a las actividades nocturnas
Entre las medidas evaluadas, lo que parece tener más probabilidades de ser aplicado es el llamado "toque de queda sanitario", que consiste en prohibir la circulación en la vía pública entre la medianoche y el amanecer. Algunos distritos ya lo adoptaron, como es el caso del municipio bonaerense de Rojas, con excepción de viernes y sábados que se permite circular hasta las 2 de la madrugada. La provincia del Chaco dispuso lo mismo, aunque solo de lunes a miércoles, hasta el 21 de enero. En La Pampa es hasta el 18, pero todos los días. En la localidad correntina de Mercedes se dispuso otro tanto. y en la ciudad santafesina de Tostado directamente se volvió a fase 1, por dos semanas.
Otra medida que el propio presidente Alberto Fernández comentó públcamente que se está considerando es la utilización de las fuerzas de seguridad para dispersar reuniones. Una especie de prueba piloto de eso se hizo en algunas playas de la costa bonaerense en pleno día, lo que generó el enojo de gran cantidad de personas que estaban amontonadas en la arena.
Los infectólogos coinciden en señalar que la población se relajó y que es urgente volver a insistir con los cuidados, el distanciamiento social, el uso de tapabocas, la higiene y demás.
A todo esto, en la costa atlántica por ahora no se dictará el cierre de actividades nocturnas. Aunque resulta muy difícil estimar en dinero cúanto sería el perjuicio para los sectores que trabajan en ese horario, lo cierto es que una meidda así justo en plena temporada de verano para muchos sería perder la única oportunidad de generar ingresos medianamente importantes en todo el año, o al menos hasta que -vacunación masiva mediante- se llegue a la tan ansiada "nueva normalidad" que permita reactivar el turismo más a fondo.
Pero la angustia excede a los luigares turísticos. Muchos sectores que apenas pudieron soportar el parate del año pasado necesitan de una mejora de la actividad general para poder recomponerse. El Estado aseguró, a través del ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, que si se restringen muchas actividades se instrumentará ayuda social, pero dado el inmenso esfuerzo que se hizo en 2020 se abre el interrogante de hasta dónde puede tener espaldas.
El gran problema de las clases
Otro aspecto crucial, aunque faltan algunas semanas para que se presente la situación, es el inicio del ciclo lectivo 2021, luego de lo que representó todo el año pasado con las clases impartidas de modo virtual y las complicaciones que generó en muchos hogares el hecho de que alguno de los padres tuviera que quedarse a acompañar a uno o más hijos chicos, debiendo para ello alternarse y acordar en sus empleos la concurrencia espaciada a los lugares habituales. Esto recién empezó a normalizarse hacia noviembre, cuando se autorizó paulatinamente al personal doméstico a volver a las casas donde trabaja.
Está muy claro que enfrentar otro año lectivo en las mismas condiciones que casi todo 2020 sería muy difícil de soportar para mucha gente. Seguramente por este motivo el ministro de Educación nacional, Nicolás Trotta, ya dijo que "las medidas restrictivas pueden convivir con el inicio de las clases presencoales".
Habrá que ver si los próximos días y semanas permiten ir despejando estas dudas, sobre todo con el avance de la vacunación en la población.