Congreso, el paro de la CGT y el bolsillo de la gente: los frentes abiertos en los que Javier Milei da pelea
El Presidente espera por una victoria política en la Cámara de Diputados con la Ley Ómnibus. La misión parlamentaria exige dar muestras de flexibilidad antes del paro general de la CGT que hará foco en el ajuste declarado sobre bolsillos ya castigados.
Mientras disfruta de los ecos de Davos que celebran su exposición, el presidente Javier Milei espera por una victoria política "cuanto antes" en la Cámara de Diputados con la Ley Ómnibus. Así baja la orden a los propios que, durante su ausencia en el país, aceleraron las negociaciones con la oposición "aliada" para llegar a un dictamen de mayoría único (idealmente) o con disidencias. "Está el 80% acordado", deslizó una fuente libertaria a Crónica. Con seis semanas de gobierno y análisis que vaticinan otra devaluación, la misión parlamentaria exige dar muestras de flexibilidad antes del paro general de la CGT que hará foco en el ajuste declarado sobre bolsillos ya castigados.
"Es algo que verdaderamente disfruta, ese contacto a través de las redes sociales, las peleas. Lo hace porque le gusta", compartió otra fuente con despacho en Casa Rosada sobre la intensa actividad en X (ex Twitter) de Milei a fin de esta semana. Se ocupó principalmente de interactuar con la repercusión masiva de su discurso en el Foro Económico Mundial en el que denostó al "colectivismo" y defendió al "capitalismo de libre empresa por ser justo y moralmente superior". Estuvo atento tanto al respaldo del dueño de la red social, Elon Musk, como de las crónicas periodísticas sobre el "papelón" que resultó para otros empresarios.
Más allá del apoyo de Musk a su figura, que no es menor, el espaldarazo político del Fondo Monetario Internacional (FMI) -por ahora sin fondos frescos que refuercen las reservas del Banco Central- fue evidente en Suiza. Mientras se regocijaba de los reconocimientos de más figuras poderosas como el candidato presidencial estadounidense, Donald Trump, y de miles de comentarios sobre su disertación, Milei se puso al tanto en pleno vuelo de regreso de cómo venía la discusión en el Congreso de la Ley Ómnibus, considerada el corazón de su plan para "reducir el déficit fiscal".
Desde la primera clase del vuelo de Lufthansa en el que sirvieron de cena bacalao a la plancha con ensalada verde, Milei se mensajeó con funcionarios que lideran las tratativas y habilitó modificaciones en tanto y en cuanto el texto se trate entero. A punto tal que en Casa Rosada dejaron trascender que prefieren una derrota a fragmentar el debate.
Fueron el asesor estratégico del Presidente, Santiago Caputo, y el ministro del Interior, Guillermo Francos, los que se trasladaron el pasado jueves al Congreso para asegurar un dictamen de mayoría con la oposición aliada. Ante su presencia en el despacho del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, desfilaron los jefes de los bloques del PRO (primero), la UCR, la Coalición Cívica y Hacemos Coalición Federal, de Miguel Ángel Pichetto. La contraoferta que llevó el Ejecutivo "será la única", aseguran. Resignar la postura discursiva intransigente y aceptar modificar el texto tiene un solo objetivo: asegurar la primera victoria política de La Libertad Avanza en el Congreso.
Luz verde de "amigables"
Para tener luz verde de los bloques "amigables", Milei aceptó limitar el plazo de vigencia de la emergencia y la delegación de facultades al Ejecutivo y volver a retenciones cero para economías regionales; entre otros puntos.
Una parte central de las tratativas pasa por la fórmula de movilidad de las jubilaciones. La oposición dialoguista no quiere que los aumentos queden a discreción del Presidente hasta que haya una nueva. Fuentes parlamentarias de La Libertad Avanza aseguraron a este medio: "Se les ofreció mantener la fórmula actual -y hacerse cargo del costo político de esa decisión- o eliminarla, ajustar por el Índice de Precios al Consumidor del Indec por los próximos tres meses y en ese período acordar una nueva".
Si aceptan la segunda opción, las jubilaciones subirían en base a la inflación de enero, febrero y marzo. No se tomaría en cuenta diciembre (25,5%), según deslizaron a este medio. "El compromiso del Presidente es atenuar la caída que vienen teniendo los haberes", aclaró una fuente de Casa Rosada.
Mientras ordenan el mapa político, hay una batalla que La Libertad Avanza ya ganó: no fue necesario cumplir con la presencia solicitada en el plenario de comisiones por la oposición del "ideólogo" de la Ley Ómnibus, Federico Sturzenegger, ni del ministro de Economía, Luis Caputo. Las últimas revisiones del texto modificado están a cargo de este último por su impacto fiscal.
Lo que viene
Hablando de impactos, hubo varios avisos esta semana para los bolsillos que ya venían castigados. Tras la devaluación y la duplicación promedio de los precios en diciembre, el Gobierno dio certezas de la puesta en marcha de la suba de tarifas del transporte y de los servicios. El escenario del ajuste declarado a futuro es alarmante para los asalariados y los jubilados.
En concreto, el Ministerio de Transporte declaró la apertura de la instancia de participación ciudadana en el proceso de modificación de los precios del boleto de trenes y colectivos. Propone que el mínimo pase a $130 y $270, respectivamente. Sobre los servicios públicos, un informe del Observatorio de Tarifas y Subsidios UBA-Conicet estipula que, sin subsidios, la factura de gas para la clase media pasaría de $1.000 en enero a más de $20.000 en junio.
En ese sentido, el Gobierno bonaerense definió un aumento de las paritarias para sus estatales del 25% en enero. Una actualización similar tendrán los metalúrgicos. Un 20% recibirán los de la construcción. Los estatales nacionales acordaron un 16%. En otra liga, los bancarios y aceiteros sellaron sueldos básicos de un millón de pesos. Un docente porteño con máxima antigüedad llegará también a ese monto a partir de este mes. La brecha con el sueldo mínimo vital y móvil de $156.000 se torna escandalosa.
Por F.G.