La tensión entre Luiz Inácio Lula Da Silva y Javier Milei continúa. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil convocó al embajador en Buenos Aires, Julio Bitelli, para consultas en Brasilia sobre la relación bilateral.

Bitelli se reunió este lunes con el canciller brasileño, Mauro Vieira, y tiene encuentros programados para los próximos días con Lula y con el vicepresidente Geraldo Alckmin.

El embajador brasileño es un hombre clave para desescalar las constantes tensiones provocadas por las declaraciones del Presidente argentino sobre el Gobierno del país vecino, debido a que mantiene una muy buena relación con la canciller Diana Mondino.

Si bien trascendió que el objetivo de la convocatoria es evaluar la dirección de la relación bilateral, que “atraviesa un momento diferente”, en el mundo de la diplomacia, llamar a consultas a un embajador significa que algo no va bien en el diálogo entre ambos países.

“La preocupación es que las diferencias entre los presidentes no perjudiquen la relación. Lula tiene claro que la relación entre los dos países debe continuar siendo importante, independientemente de las diferencias de prioridades y visiones de mundo”, explicó el embajador.

La reciente participación de Milei en la Conferencia de Acción Política Conservadora en Camboriú donde compartió un encuentro con Jair Bolsonaro, sumó un nuevo conflicto diplomático. En la misma fecha se llevó a cabo la cumbre del Mercosur en Asunción, Paraguay, a la que el líder libertario decidió no asistir.

Javier Milei junto a Jair Bolsonaro en la Conferencia de Acción Política Conservadora en Camboriú.

Lula cuestionó la ausencia de Milei al finalizar la jornada y calificó de inmensa tontería que un presidente de un país importante como Argentina no participe en una reunión como el Mercosur”.Es triste para Argentina”, afirmó el Presidente del principal socio comercial de nuestro país.

A principios de julio, una publicación del mandatario argentino en redes sociales, en la que se refería a opiniones que, según él, son típicas de un “perfecto dinosaurio idiota”, tensionó aún más la relación.

Aunque evitó dar nombres, Milei dejó entrever que las opiniones críticas hacia sus declaraciones sobre Lula provenían de este “perfecto idiota”.