La ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Ayelén Mazzina, le respondió a quienes cuestionan el programa de acceso igualitario de gestión menstrual sostenible, al considerar que lo hacen porque tuvieron "otra realidad" y "no saben que hay pibas que dejan de ir a la escuela o a hacer deportes porque no tienen qué ponerse o donde viven no existen farmacias donde comprar toallitas".

"El programa Nacional MenstruAR es una política integral que acompaña a gobiernos locales para que puedan fortalecer sus políticas, entregamos copas menstruales a través de la firma de convenios con municipios y gobiernos locales, para garantizar el acceso igualitario de personas menstruantes", explicó Mazzina en diálogo con radio AM 530.

La funcionaria aclaró que no realizan entregas individuales "porque hay que hacer capacitación, formamos a personas que quieran formarse en esto y generar distintas metodologías de acompañamiento".

"Cuando ridiculizan esto, es porque han tenido otra realidad y no saben que hay pibas que dejan de ir a la escuela o a hacer deportes porque no tienen qué ponerse o donde viven no existen las farmacias y tienen que comprar las toallitas en un kiosquito, que las venden tres veces más caro que lo que sale en las ciudades", advirtió Mazzina.

Un programa de acceso igualitario 

El programa MenstruAR fue oficializado ayer mediante la resolución 393/2023, firmada por la ministra. La medida surge a partir de entender que la gestión menstrual exige "una inversión económica que dificulta que miles de mujeres y LGTBI+ menstruantes puedan gestionar adecuadamente su ciclo menstrual".

Los productos de gestión menstrual más utilizados, como los tampones y las toallitas descartables, pueden ser "hasta un 50% más costosos que el promedio de los valores de los productos de la canasta básica", se indicó en la resolución.

A través del programa, se entregan copas menstruales y toallitas reutilizables a municipios de todo el país para garantizar el acceso igualitario de las personas menstruantes a insumos de gestión menstrual, a través de los municipios con su respectiva capacitación y acompañamiento.

"Cuando hablamos de copa menstrual, estamos tratando una cuestión ambiental, económica, de salud, educación, hacemos hincapié en lo que es educación sexual integral", explicó Mazzina.