El presunto jefe de la “Banda de los Copitos”, Gabriel Nicolás Carrizo (27), y un grupo aún impreciso de personas habrían evaluado asesinar al jefe de La Cámpora, Máximo Kirchner, según un chat de WhatsApp en el que habría participado el joven de 27 años pocas horas después del atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Estamos pensando en matar al jefe de La Cámpora esta vez”, escribió Carrizo a las 23.40 del jueves 1 de septiembre, en un mensaje que le envió desde su celular a alguien todavía sin identificar, pero al que tenía agendado como “Jony White”, según fuentes del caso.

El joven de 27 años habría añadido: "Están llegando todos. Vamos a tener una reunión grupal”. Lo hizo apenas dos horas después de que Fernando Sabag Montiel (35) gatillara una pistola Bersa calibre .32, cargada y apta para el disparo, a centímetros del rostro de la ex presidenta.

Jony White”, por su parte, a la convocatoria al encuentro responde: "Los sicarios de los copos de nieve". Los dentenidos en la causa habrían simulado vender esos productos de azúcar como pantalla para recorrer las inmediaciones del departamento de la vicepresidenta en el barrio porteño de Recoleta días previos al ataque.

Gabriel Nicolás Carrizo permanece detenido desde el 14 de septiembre último.

El cambio que puede imprimirse en la causa

Ese chat y otros se encuentran ahora en manos de la jueza federal María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo, quienes analizan los próximos pasos de la investigación. Buscan determinar, entre otras cuestiones, si había más personas involucradas en el complot para asesinar a la ex primera mandataria y, tal vez, a su hijo.

Además, el juez Marcelo Martínez de Giorgi había recibido una denuncia a raíz de publicaciones en la cuenta de Instagram de la agrupación Revolución Federal, por presunto atentado contra la democracia, además de supuesta incitación al odio y violencia política con expresiones dirigidas a los máximos referentes del kirchnerismo.

El magistrado firmó una resolución donde le manda la causa a Capuchetti y, según informó Pagina12.com.ar, plantea algo alarmante: que no se puede afirmar que "el plan delictivo haya finalizado ni descartar que se vuelva a intentar respecto de la vicepresidente de la Nación o de otros funcionarios".

La pericia de su celular que comprometió a Carrizo

Carrizo fue detenido el 14 de septiembre pasado cuando fue a buscar su celular, que había quedado en manos de la Justicia, luego de que los expertos informáticos encontraran material que lo vinculaba con el hecho.

La percia de este teléfono móvil lo comprometió. Ya que las conversaciones sobre una presunta planificación para matar al hijo de la vicepresidenta no serían las únicas que lo comprometerían con la causa, ya que existe otro chat que habrían mantenido con una familiar.

"Estuvo muy cerca. Falló el arma. No lo entiendo, andaba bien", se lamentó el acusado de 27 años en un intercambio de mensajes que tuvo con una persona identificada entre sus contactos telefónicos como "Andrea".

Además, según las fuentes, el presunto jefe de la "Banda de los Copitos" admitió que entregó "un 22 corto" para que dispararan contra la titular del Senado el primero de septiembre último.

La situación judicial del supuesto líder de la "Banda de los Copitos"

El viernes último Carrizo fue indagado en los tribunales federales de Comodoro Py 2002, del barrio porteño de Retiro, en la causa que lo tiene como presunto partícipe necesario del ataque del primero de septiembre último.

Su abogado, Gastón Marano, dijo que su cliente "no es un asesino" y que su defendido, en la presentación ante Capucheti, manifestó que "no tenía ninguna idea de la (supuesta) intención criminal de las dos personas procesadas", Sabag Montiel y su novia, Brenda Uliarte (23).