A medida que se acercan las primarias de septiembre, en las que se definirán los candidatos que cada agrupación presentará para la renovación de bancas en el Congreso, las reuniones se intensifican. Pero en Juntos por el Cambio cada conversación no hace más que agrandar las diferencias.

Así ocurrió este sábado con la reunión entre el expresidente Mauricio Macri y María Eugenia Vidal. En el encuentro que tuvo lugar en la quinta "Los Abrojos" del fundador del PRO, la exgobernadora ratificó su posición de no presentarse como candidata en la provincia de Buenos Aires.

Vidal argumentó "motivos personales y políticos" para rechazar una candidatura en ese territorio, según confiaron fuentes de su entorno a la agencia Télam. Más aún, dijo que su intención es respaldar la postulación del vicejefe de gobierno porteño Diego Santilli, que ya aceptó cruzar la General Paz por pedido de Horacio Rodríguez Larreta y que en los últimos días cosechó el respaldo de varios intendentes bonaerenses de JxC.

"Lo que le dijo María Eugenia a Mauricio no es nuevo porque lo dejó en claro esta semana en estas reuniones", señalaron desde el vidalismo. En cambio, los rumores señalan que la seduce encabezar la lista de candidatos a diputados en la Ciudad de Buenos Aires, tal como viene fogoneando Rodríguez Larreta. Pero para eso pide una "lista de unidad", lo que implícitamente significaría el desplazamiento a lugares secundarios de Patricia Bullrich, la fiel lugarteniente de Macri que también ambiciona liderar la boleta porteña.

Precisamente la definición de quién liderará cada lista fue el tema de la reunión que el expresidente y Larreta habían mantenido el viernes. Macri insiste en que Bullrich sea la número uno en la Ciudad y quiere que la exgobernadora ayude a traccionar a su primo Jorge en la provincia. El jefe de Gobierno porteño quiere en esos lugares a Vidal y a Santilli.

La falta de acuerdos potencia la aparición de terceros que podrían forzar una lucha interna más cerrada. Así ocurre en territorio bonaerense, donde el radicalismo postula a Facundo Manes, mientras que Emilio Monzó enarbola su propia candidatura y Elisa Carrió se ofrece como prenda de unidad.