La vicepresidenta Cristina Kirchner acompañó este martes al presidente Alberto Fernández durante la apertura de las sesiones ordinarias del nuevo año legislativo, en la que mantuvo un diálogo distendido con un referente del oficialismo y también protagonizó un cruce con la oposición.

En el comienzo de la ceremonia, Cristina Kirchner -ataviada con palazo blanco y largo saco de encajes blancos- le dio la palabra en tono distendido al jefe del bloque de senadores del Frente de Todos (FdT), José Mayans, que la sorprendió al consultarle cómo había amanecido.

"¿Cómo amaneció, Presidenta?", preguntó el senador por Formosa, a lo que Cristina Kirchner contestó sonriente: "Muy bien, ¿y usted?". "Muy bien, también", respondió Mayans y la ex jefa de Estado cerró el intercambio con un "Me alegro".

Acompañada por el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, Cristina Kirchner recibió a Alberto Fernández en la explanada del Palacio Legislativo, lo escoltó en el saludo de los miembros de las comisiones de legisladores que prepararon su bienvenida y firmó junto al primer mandatario los libros de honor en el salón Azul.

Durante el discurso de Fernández, la vicepresidenta mantuvo un breve cruce con la oposición, cuando el titular del bloque de diputados radicales Mario Negri le reclamó desde su banca al mandatario que dispusiera un minuto de silencio ante la situación en Ucrania.

"Hay que saber esperar", le dijo la vicepresidenta y minutos después llegó el pedido de Alberto Fernández de realizar un minuto de silencio por las víctimas de la guerra y de la pandemia de coronavirus.

Cómo reaccionó Cristina Kirchner ante la retirada de la oposición

La titular del Senado se mantuvo incluso inmutable, cuando representantes de la oposición se levantaron de sus bancas para abandonar el recinto, molestos por las críticas al macrismo por el origen de la deuda contraída con el Fondo Monetario Internacional.

Al término de la Asamblea Legislativa, Cristina Kirchner escoltó a Alberto Fernández hasta la explanada del Palacio Legislativo, donde lo despidió con un beso luego de posar para los fotógrafos y saludar a los manifestantes que se habían congregado en la Plaza de los dos Congresos.