Un vecino de General Rodríguez denunció judicialmente por amenazas a dos concejales oficialistas, muy cercanas al intendente Mauro García. El hecho involucra a Silvia Figueira, esposa del jefe comunal, a quien el denunciante acusó junto a otra legisladora de impedirle el ingreso al Concejo Deliberante. Y posteriormente le insinuaron: "Conocemos tus movimientos" y "podés sufrir consecuencias". La presunta víctima confió que dos sujetos armados lo interceptaron horas después en la vía pública y le advirtieron: "Dejate de joder en el Concejo".

Estas presentaciones judiciales ocurrieron en el marco de una serie de reclamos vecinales en materia de obras públicas, como por ejemplo garantizar un servicio acorde en el cementerio local, luego de la revelación de una familia que aseguró haber enterrado allí a su difunto con sus propias manos.

Advertencias

Fue Claudio Barrera, miembro del Grupo Vecinal de La Campanilla, que el 18 de junio pasado acudió a la UFI 9 de General Rodríguez. Allí les detalló a sus representantes que "tipo 10.20 horas fuimos al Concejo Deliberante porque teníamos una reunión de comisiones; un grupo de vecinos nos juntábamos con algunos concejales. Trataríamos el tema del basural, y pregunté por qué no estábamos todos los vecinos juntos para tratar el tema, por qué nos separaron en grupos".

En ese instante, "Silvia Figueira, que es concejal, me dijo que yo no podía estar ahí, y que sabía cada uno de mis movimientos y que tenía filmaciones mías". Además, "Ana Mottino (también legisladora) refirió que si hacíamos público el tema del basural y el maltrato por el hecho de no dejarnos entrar, sufriríamos consecuencias judiciales".

Estos fragmentos citados corresponden a la denuncia que asentó el vecino del barrio La Campanilla, en la que aclaró que "Silvia Figueira es esposa del intendente". Pero no sería la única denuncia de Barrera en dicha dependencia judicial, porque horas después alertaría a las autoridades fiscales que sufrió un nuevo amedrentamiento.

Esta vez, reveló que el sábado 22 de junio en la calle Comodoro Rivadavia, entre Hernandarias y Paraná, fue cercado por dos individuos. El denunciante aseguró ante Crónica: "Alrededor de las 20 horas de ese día volvía a mi casa con mi esposa, a bordo de mi camioneta, cuando me encierran dos tipos en moto. Uno de ellos le coloca un arma a la altura de la sien a mi mujer, y el otro me dijo: Dejate de joder en el Concejo Deliberante porque vas a tener consecuencias".

Barrera vincula estas acciones con los sucesivos reclamos que encabeza ante las autoridades municipales. Uno de ellos se centra en la erradicación del basural a cielo abierto en La Campanilla. "Nosotros lo descubrimos. Encontramos un descampado lleno de basura y de mugre, cuando llueve los líquidos van a las napas", dijo. Por eso, se dirigieron al Concejo para resolver esta cuestión junto a los legisladores.

Justamente, el Grupo Vecinal La Campanilla volverá a presentarse hoy en el recinto legislativo, a través de Juan Cepeda, uno de sus integrantes, dado que Barrera no lo hará por temor. En referencia a esta nueva presencia, Cepeda reveló a este medio que "entregaremos un escrito pidiendo que se investigue la desaparición de tres camiones volcadores, internos 124,125 y 126, todos de marca Mercedes-Benz L 1318, modelo 2007, como también una motoniveladora y una Volvo. Las cabinas de los camiones estaban con los cables arrancados". Una solicitud más de los residentes de General Rodríguez, realizada en base a una publicación del portal local La Posta.

Otro hecho

El citado medio refirió una inédita situación que ocurrió en el cementerio municipal durante la Semana Santa pasada. Una familia reconoció que debió cavar el pozo de una tumba para poder enterrar a un ser querido. En este sentido, Natalia Bonino reflejó ante Crónica que "mi papá falleció el día sábado y el domingo lo velamos hasta lunes. Ese día se lo llevaron a la cochería, ya que supuestamente no se podía enterrar ni lunes ni martes, porque era feriado. Por eso, tuvimos que esperar al miércoles". Pero "cuando lo llevamos esa jornada al cementerio, nos dimos cuenta que era súper chico el pozo que habían hecho para sepultarlo. El ataúd no entraba, lo querían meter a la fuerza, lo zamarreaban de un lado para otro. ¡Los dos empleados que intentaban sepultarlo tenían olor a alcohol. Sus hijos y sobrinos tuvieron que cavar la tumba".

A pesar de semejante experiencia, y del relato en primera persona, el secretario de Obras Públicas, Mauricio Ríos, consideró en la Radio Municipal que este hecho se trataba de "una fake news". En respuesta, la hija del hombre fallecido remarcó que "me causó indignación, porque nadie del municipio se comunicó con nosotros para al menos pedirnos disculpas, sino que nos faltaron el respeto".

Sin embargo, la trascendencia del caso impulsó a que el concejal Darío Kubar propusiera que "la solución es un cementerio nuevo, porque el actual está colapsado. Estaría ubicado en un predio de 20 hectáreas, propiedad de la provincia, ubicado en la calle Corrientes, cerca del Parque Industrial". Pero desde el Ejecutivo local "nos dijeron que piensan llevarlo al barrio Rincón. Lo que está claro es que debe construirse otro establecimiento fúnebre porque no puede volver a pasar lo que vivió esa familia. Es una cuestión básica; si no tenés personal, hay que reasignarlo en ese sector, incluso partidas presupuestarias destinadas a otras áreas redistribuirlas para el mantenimiento del cementerio", indicó Kubar ante este diario.

Una sucesión de demandas vecinales que los propios habitantes de diferentes barrios del distrito intentan manifestar ante las autoridades municipales. Aunque, como reconoció Cepeda, "les molesta que denunciamos diferentes problemáticas. Les importa ellos, no los vecinos, no nos dan la atención necesaria y tenemos miedo. Vivimos así, con el temor a que nos amedrenten, por el solo hecho de pedir explicaciones para todos los vecinos, no para un grupo minoritario".