El presidente Alberto Fernández presentó este jueves una "empresa biotecnológica" que desarrollará productos para tratar pacientes con enfermedades riesgosas, pero al mismo tiempo criticó sugestivamente a Javier Milei, por ser el candidato presidencial que "quiere destruir el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y el Conicet".

"Por primera vez Argentina presentó una empresa biotecnológica para desarrollar productos para tratar pacientes con cáncer, enfermedades autoinmunes e inflamatorias", anunció el mandatario en sus redes sociales.

A continuación, el presidente escribió que "hay un candidato que quiere destruir el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y el Conicet", haciendo alusión al líder libertario, ganador de las elecciones PASO (Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias), quien había manifestado en una entrevista televisiva su intención de cerrar varios ministerios, entre ellas, las anteriormente mencionadas.

"¿Qué productividad tienen?, ¿Qué han generado los científicos?", se cuestionó Milei sobre los rendimientos de trabajos realizados en el Conicet. Sin embargo, el mandatario redobló la apuesta y dijo que los resultados de los organismos públicos vinculados a la ciencia "son un orgullo".

En ese marco, Alberto Fernández habló sobre GALTEC, la primera start-up biotecnológica contra el cáncer, y de inversión público-privada, la cual "transformará 30 años de descubrimientos en nuevas estrategias terapéuticas, sobre una molécula caracterizada en nuestro país".

Alberto Fernández junto a Gabriel Rabinovich.

El científico, médico inmunólogo y glicobiólogo argentino, Gabriel Rabinovich, es el encargado de llevar adelante la empresa biotecnológica. El presidente le agradeció el trabajo al investigador del CONICET y a los científicos "que día tras día mejoran la vida de la gente", desde el Instituto de Biología y Medicina Experimental (IBYME, CONICET-F-IBYME).

A su término, el mandatario se encargó de parafrasear los dichos de Rabinovich, quien dijo que "todos estos descubrimientos no hubieran sido posibles sin el CONICET y el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación. A su vez, este proyecto involucró a un enorme número de becarios, investigadores y técnicos del CONICET". "Este es el camino", concluyó Alberto Fernández.