Representantes de los 193 estados miembros escucharon el discurso del presidente, Alberto Fernández, en el marco del 77º Período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU).

El mandatario argentino advirtió sobre la “consolidación de la desigualdad” y marcó los dos sectores productivos donde la Argentina puede hacer un aporte al mundo: alimentos y gas. Reiteró el pedido de cese de hostilidades de la Federación Rusa sobre el territorio de Ucrania

En Nueva York, el jefe de Estado argentino aseguró que “la pandemia transparentó las enormes desigualdades que soporta la población mundial” y planteó dos preguntas ante el foro mundial: “¿Es justo que la fortuna de solo 10 hombres representen más que los ingresos del 40 % de la población mundial? ¿Es ético que la pandemia se haya cobrado cuatro veces más vidas en los países más pobres que en los ricos?”.

Alberto Fernández
Alberto Fernández advirtió sobre la “proliferación del sentimiento antipolítico”.

Para Fernández “no denunciar este modelo de acumulación que concentra el ingreso en pocos mientras millones quedan sumergidos en la pobreza, puede volvernos cómplices en la consolidación de tanta desigualdad”. 

En ese sentido, también propuso “trabajar de un modo mancomunado y solidario” para revertir la situación y marcó que “debemos robustecer un multilateralismo cooperativo que nos asegure el fortalecimiento del Estado de Derecho”. 

La guerra en Ucrania

Fernández sostuvo en la ONU que “para enfrentar semejantes desafíos, debemos recuperar el imperio de la paz. Es imperioso que cesen todas las hostilidades desatadas. Por ese motivo, necesitamos trabajar unidos para imponer el diálogo y recuperar la paz en la disputa iniciada con el avance militar de la Federación Rusa sobre el territorio de Ucrania”

“Mientras buscamos alcanzar el horizonte de la pacificación global -continuó-, debemos abandonar las prácticas económicas y financieras que el mundo desarrollado exige cumplir al mundo que intenta desarrollarse”.

Países endeudados

El mandatario argentino explicó una vez que “las naciones endeudadas padecen mucho más los efectos del sistema establecido. Argentina está entre ellas. Es un endeudamiento que mi gobierno no generó, pero que afronta con toda seriedad. Nuestros criterios son conocidos. Responden a lo dispuesto por esta Asamblea General en la Resolución 69/319 de 2015, cuando dispuso que las reestructuraciones de las deudas soberanas deben hacerse promoviendo el crecimiento sostenido e inclusivo, minimizando los costos económicos y sociales, garantizando la estabilidad del sistema financiero internacional y respetando los derechos humanos”.

“Aun cuando reclamamos que se cambien los paradigmas que rigen el sistema financiero internacional, sostenemos los mismos propósitos que animan los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 de las Naciones Unidas”, remarcó.

Alimentos y gas

Fernández convocó en la ONU a garantizar “la seguridad alimentaria a todos los habitantes del planeta. No podemos transitar este tiempo con hambrunas. Los recientes informes de la FAO alertan sobre el impacto de la excesiva volatilidad de los precios de algunos alimentos y sobre la alteración de los mercados de insumos que influyen en la producción de los mismos. Todo esto tuvo y tiene un efecto importante en el aumento de la inflación mundial. Todo va en detrimento de los más postergados”, opinó el presidente argentino”.

“Agradezco la solidaridad por el intento de magnicidio contra Cristina”.

En ese marco, agregó que “así como debemos garantizar la seguridad alimentaria, debemos acceder en condiciones de seguridad y previsibilidad a la energía. Argentina seguirá estando presente para contribuir a enfrentar ese gran desafío. Estamos incrementando la producción para proveer al mundo de energías limpias y de aquellas que, como el gas natural, permitan reducir las emisiones de carbono durante la transición”. 

Subrayó que en Argentina “contamos con la segunda reserva mundial de gas no convencional y la cuarta de petróleo no convencional. Contamos con una gran reserva de litio y con el potencial para desarrollar la energía solar y eólica, así como el hidrógeno de bajas y nulas emisiones”.

Cambio climático

Para cerrar, se refirió a “la situación ambiental de nuestro planeta que nos exige con urgencia una acción firme y decidida en favor de las generaciones futuras. Los problemas ecológicos necesitan el involucramiento de todos. Precisan una relación constructiva entre Estados y sociedades. Una asociación vital, sin la cual el desarrollo sostenible se vuelve ilusorio”.

Fernández concluyó: “Cuestiones impostergables como el cambio climático, la biodiversidad y la contaminación por plásticos, convocarán nuestros esfuerzos con la esperanza de poder construir consensos amplios para asegurar la preservación del planeta y de la humanidad.  No todos somos igualmente responsables de la crisis climática. Ni América Latina y el Caribe ni África revistan en la primera línea de emisión de carbono. Las responsabilidades definitivamente deben ser diferenciadas y ello exige aliviar en la emergencia el esfuerzo de quienes no fueron culpables”.