El presidente Alberto Fernández recibió hoy en Olivos al jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, y lo convocó a coordinar en forma conjunta y día a día la ocupación de camas en la ciudad y el cumplimiento del decreto que entró hoy en vigencia, que incluye la suspensión por 15 días de las clases presenciales en el AMBA, pese a la falta de acuerdo en ese punto con el titular del Ejecutivo porteño.

Luego del encuentro que se desarrolló en el despacho que el jefe de Estado tiene en la residencia de Olivos, Fernández señaló que se trató de una "charla con mucho respeto" con "vocación para encontrar salidas" ante las divergencias que surgieron luego del anuncio de nuevas medidas restrictivas para frenar la ola de contagios en el marco de la segunda ola de coronavirus.

La principal desavenencia entre ambos está en la suspensión de la presencialidad escolar que desde el próximo lunes y por 15 días regirá en el AMBA, una medida que el Presidente calificó como necesaria para "reducir drásticamente la circulación de personas" y, con ella, la circulación viral.



Durante la conferencia, Fernández dijo en dos ocasiones que tanto él como el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, quisieran que "se vuelva a la presencialidad" y aclaró que la suspensión no está fundamentada "en lo que ocurre efectivamente en los colegios" sino en el "movimiento social" que se da en las calles y que, según quién lo estime, suma alrededor de un 30% adicional cuando se trasladan alumnos, docentes, no docentes y padres.

De hecho, planteó Alberto Fernández, desde el inicio de las clases presenciales, en marzo pasado, la curva de casos de coronavirus "ascendió" de manera dramática, con un "incremento exponencial" de casos entre niños, niñas y adolescentes de entre los 9 a 18 años.


Durante la reunión, el Presidente dijo haber escuchado los reclamos del jefe de Gobierno, pero le subrayó que no son medidas "antojadizas" ya que "sólo reduciendo el contacto humano" es posible bajar la cantidad de casos.

"Sé que él (por Rodríguez Larreta) no está de acuerdo; haré todos los esfuerzos para que la presencialidad pueda volver con más garantías y más cuidados", afirmó el mandatario.



Sí, en cambio, se explicó que se acordó hacer un monitoreo del nivel de saturación de camas que, en la actualidad, cuenta entre sus ocupantes a personas con otras patologías y que, en algunos casos, pueden ser liberadas gracias a la reprogramación de tratamientos.

El Presidente también afirmó haberle dicho personalmente al jefe de Gobierno que ayer, durante la conferencia de prensa que brindó, "mintió" sobre la llegada de vacunas al país, pero estimó que Larreta estaba brindando un discurso a la medida de sus seguidores, en el que hubo varios puntos no ajustados a la verdad.

"Fue muy injusto, ingrato y se equivocó. Estaba muy exaltado hablándole a su público. Lo que dijo es mentira", dijo Fernández en la rueda de prensa en Olivos.

En ese mismo sentido, Fernández lamentó que el titular del Ejecutivo porteño, mientras dialogaba hace unas semanas atrás para coordinar con él esfuerzos sanitarios, haya firmado "algo totalmente distinto" en la mesa nacional de referentes de Juntos por el Cambio.


El jefe de Estado evitó decir si detrás de los pedidos de Rodríguez Larreta se encuentran las motivaciones electorales del expresidente Mauricio Macri y de la exministra Patricia Bullrich, pero apuntó fuertemente contra la dirigente por el cacerolazo que encabezó en los últimos días.



"La he visto pasar por muchos lados, discurrir por muchos lugares y la he visto terminar en el ocaso, que es el lugar donde está ahora", dijo Fernández sobre Bullrich.

Finalmente, el Presidente ratificó la vigencia del DNU y afirmó que se debe actuar con "mucha tranquilidad" para "recuperar el diálogo" y superar el momento epidemiológico actual.


Minutos antes de ingresar a la reunión en Olivos, el Gobierno de la Ciudad interpuso ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación una acción declarativa de inconstitucionalidad contra lo dispuesto por el Decreto 241/2021 en relación a la presencialidad de las clases.

La cautelar es contra el artículo 2 del decreto, publicado hoy en el Boletín Oficial y plantea al Máximo Tribunal que se le ordene al Estado Nacional que "se abstenga, hasta el dictado de la sentencia definitiva y firme, de llevar a cabo cualquier acto que implique poner en ejecución el decreto cuestionado".

En su presentación, el Gobierno porteño sostiene que el decreto "viola la autonomía de la Ciudad" e "implica una virtual intervención federal, porque se arroga potestades sobre competencias locales, en salud y educación".