En medio de una jornada de lucha en Córdoba, el gremio estatal ATE, encabezado por su secretario general Rodolfo Aguiar, desafió abiertamente el protocolo de seguridad impulsado por Patricia Bullrich al advertir sobre "la posible vuelta de los piquetes" como forma de protesta. 

El reclamo se centra en los más de 120 despidos anunciados por el cierre de la planta de Petroquímica Río Tercero, que depende de Fabricaciones Militares.

A través de la red social X (anteriormente Twitter), Aguiar expresó que "los estatales cortamos la ruta de Córdoba en defensa de los puestos de trabajo en Fábrica Militar" y destacó la necesidad de "endurecer las protestas"

En ese sentido, el dirigente de ATE fue contundente: "Tenemos que endurecer las protestas y no debemos descartar la vuelta de los piquetes".

     

El corte se produjo en la Autovía 36, a la altura del cruce con Almafuerte, donde los trabajadores bloquearon el paso en reclamo por la reincorporación de los despedidos y en rechazo al cierre de la planta. Aguiar, en su posteo, incluyó una fotografía del corte y reafirmó la postura del gremio: "Tenemos que empezar a cambiar la metodología de protesta y endurecer los reclamos en todo el país. No deberíamos descartar la vuelta a los piquetes".

Además, el secretario general justificó la medida de fuerza señalando que "no sólo enfrentamos una masacre laboral, también un intento de industricidio". Agregó que "exigimos la inmediata reincorporación de todos los trabajadores de Petroquímica Río Tercero que fueron despedidos y rechazamos cualquier intento de cierre de Fabricaciones Militares. Sin las fábricas, las ciudades se mueren. Tenemos que evitar que rematen todo el patrimonio estatal. Es defender los puestos de trabajo en la fábrica para defender nuestra producción e industria nacional y la soberanía de nuestro país".

ATE Córdoba convocó a la movilización bajo el lema "No al cierre de las fábricas de Río Tercero", con una concentración que comenzó a las 9 de la mañana en la Autovía 36, en el cruce con Almafuerte. El reclamo escaló luego de que la empresa Petroquímica Río Tercero anunciara el cierre de su planta de TDI, la principal unidad de producción, que lleva detenida desde principios de octubre.

Hace dos semanas, la compañía había impedido el ingreso de varios trabajadores a la planta tras confirmar el cierre de una de sus unidades de producción y el despido de 125 de sus 375 empleados. Desde entonces, el gremio estatal instaló una carpa de protesta frente al polo industrial de la ciudad, y se intensificaron las manifestaciones con distintos cortes de ruta.