Cuando se cumplen siete años de la muerte de Alberto Nisman en su departamento de Puerto Madero, la Justicia ya dio por probado que el fiscal federal perdió la vida como consecuencia de un presunto homicidio y no de un suicidio. Sin embargo, la instrucción del expediente todavía no determinó el móvil del supuesto crimen, ni quiénes fueron los autores materiales.

Caso Nisman: la pericia en la que se apoya la Justicia

En mayo de 2015, la junta médica que analizó la muerte de Nisman, integrada por diez peritos del Cuerpo Médico Forense, dos de la Policía Federal, uno de la defensa del técnico informático Diego Lagomarsino y dos por la querella, concluyó que no había indicios para sostener la hipótesis del homicidio.

"Ninguna de las observaciones contenidas en los aspectos médico-legales del informe técnico elaborado por la querella, en forma individual o en conjunto, indican con certeza pericial médico legal que se haya tratado de un hecho homicida", remarcó el informe pericial.

Ese año, cuatro peritos criminalistas de la Policía Federal -por encargo de la ex fiscal Viviana Fein- analizaron la forma en que murió el fiscal y también convalidaron la teoría del suicidio de Nisman, que había presentado una denuncia contra la entonces presidenta Cristina Kirchner y otros funcionarios, por el presunto encubrimiento de los acusados iraníes en la voladura de la AMIA en 1994..

Sin embargo, la causa fue mudada a Comodoro Py en 2016, luego de que la jueza Fabiana Palmaghini se declarara incompetente tras tomarle declaración a Jaime Stiuso, el hombre fuerte de la SIDE que trabajaba con Nisman en la causa por el atentado a la AMIA. Y por sorteo, el expediente quedó en manos del juez federal Julián Ercolini y el fiscal Eduardo Taiano, que se hizo cargo de la investigación.

Entonces, la Dirección de Criminalística y Estudios Forenses de Gendarmería Nacional realizó un nuevo peritaje. El informe de 200 páginas, presentado en septiembre de 2017, contradijo al de la junta médica, señaló que había rastros de ketamina en el cuerpo de Nisman y, sobre todo, destacó que había sido ejecutado por al menos dos personas ubicadas en el baño del departamento.

Este es el elemento considerado por los funcionarios de la causa para determinar que la muerte de Nisman se trató de un homicidio, pese a que el Ministerio de Seguridad sostuvo a principios de 2021 que dicha fuerza federal no cumplió con el protocolo vigente.

El peritaje pendiente en la causa Nisman 

Durante el último año, más de 30 ex agentes de la AFI dieron su testimonio ante el fiscal Taiano, en un trámite que estuvo condicionado por el secretismo al que obliga la Ley de Inteligencia.

Aún está pendiente un peritaje sobre entrecruzamientos telefónicos en las horas previas y posteriores al hallazgo del cadáver de Nisman, por una llamativa intensificación de comunicaciones entre espías, funcionarios y fuerzas de seguridad, que directa o indirectamente, podían relacionarse con Nisman.